Decenas de sirios que regresaron a su país del exterior han sufrido detención, desaparición y tortura a manos de las fuerzas de seguridad, denunció este martes Amnistía Internacional (AI), que advirtió que el país no es un lugar seguro para los repatriados.
La organización humanitaria documentó en un informe una serie de violaciones de las fuerzas de seguridad contra 66 sirios, incluidos 13 menores, que regresaron al país desde 2017. Amnistía dijo que los casos demuestran “que no es seguro regresar a ninguna parte de Siria”.
“Los oficiales de inteligencia siria han sometido a mujeres, niños y hombres que regresan a Siria a detenciones ilegales o arbitrarias, torturas y otros maltratos, incluyendo violación y violencia sexual y desaparición forzada”, señaló AI.
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La organización documentó los casos de cinco retornados que murieron en detención. Se desconoce el paradero de otras 17 personas que desaparecieron, indicó Amnistía.
Documentó también 14 casos de violencia sexual cometidos por las fuerzas de seguridad, incluyendo siete casos de violación cometidos contra cinco mujeres, un adolescente y una niña de cinco años.
“Cualquier gobierno que diga que Siria es seguro ignora la horrorosa realidad en el terreno”, dijo AI, que pidió a los gobiernos europeos “detener inmediatamente cualquier práctica que directa o indirectamente obligue a las personas a regresar a Siria”.
Más de 6,6 millones de sirios se han refugiado en el exterior desde el inicio del conflicto en 2011, la mayoría de los cuales se asentó en países vecinos como Turquía y Líbano.
Dinamarca, Suecia y Turquía aumentaron la presión para que los refugiados vuelvan a su país tras una década de guerra, argumentando que el país ahora es seguro, según Amnistía. Los sirios entrevistados por AI incluyen retornados de Líbano, que durante años ha presionado para que los refugiados vuelvan a su país.
El informe citó el testimonio de Alaa, una mujer siria que fue detenida junto a su hija de 25 años en el cruce fronterizo al regresar de Líbano. Ambas permanecieron cinco días detenidas.
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“Le quitaron la ropa a mi hija, la esposaron y la colgaron a una pared. La golpearon. Ella estaba totalmente desnuda. Uno de ellos le metió el pene a su boca”, contó Alaa en el informe.
Fuente: AFP.