Japón prevé extender a la mayoría del país las medidas de salud ya vigentes en algunas regiones, en un intento de frenar la propagación del COVID-19, que está provocando un récord de contagios.
En total, 33 de los 47 departamentos japoneses, incluida la capital Tokio, que actualmente es sede de los Juegos Paralímpicos, se verán afectados, según una lista aprobada el miércoles por un comité de expertos en salud y que debe oficializarse rápidamente.
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Desde finales de junio, Japón sufre una quinta ola de coronavirus, la más violenta hasta la fecha, agravada por la propagación de la variante delta, que es más contagiosa. El viernes pasado se registró un récord de infecciones en el país (casi 25.900 casos en 24 horas) y en Tokio el promedio de nuevos contagios en siete días se quintuplicó en seis semanas.
Debido a este brote, el sistema hospitalario japonés se encuentra “en una situación grave”, declaró este miércoles el ministro encargado de la lucha contra la pandemia, Yasutoshi Nishimura.
El gobierno va a extender el estado de emergencia de 13 a 21 departamentos, lo que le permite imponer que los bares y restaurantes cierren más temprano y no sirvan alcohol y también limitar los movimientos de la población. No obstante esas consignas no son respetadas rigurosamente.
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Por otra parte, Nishimura pidió a los gobernadores de todos los departamentos que refuercen las infraestructuras médicas, comenzando por reservas de oxígeno y más personal. Paralelamente, Japón también va a intensificar la campaña de vacunación. Actualmente un 42% de la población está totalmente vacunada. Desde el comienzo de la pandemia en diciembre de 2019, Japón registró 15.600 muertos por COVID-19, según cifras oficiales.
Fuente: AFP.