Miguel Ángel Félix Gallardo, un narcotraficante condenado por el asesinato de un agente antidrogas estadounidense en México, se declaró inocente en una entrevista emitida desde la prisión mexicana donde cumple condena por varios delitos.
Félix Gallardo, apodado el “Jefe de Jefes”, está en prisión desde 1989, cuando fue arrestado por el asesinato de Enrique Camarena, un agente encubierto de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos.
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En su primera entrevista concedida desde la cárcel de Puerta Grande en el estado mexicano de Jalisco, el preso negó todas las acusaciones contra él. “Han pasado 32 años. Es una eternidad para un hombre que no ha cometido ningún delito”, dijo en el canal Telemundo sobre su condena.
El capo rechazó cualquier responsabilidad en la muerte de Camarena, torturado y asesinado en 1985 después de llevar cuatro años infiltrado en el cártel de Guadalajara, fundado por Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero.
“Ignoro por qué se me relaciona [con Camarena], porque ese señor no lo conocí”, declaró sobre el agente de la DEA. El narcotraficante, que apareció en la entrevista en una silla de rueda, ciego de un ojo y sordo de un oído, se presentó como “una persona honesta”, “un hombre que no fue de armas”.
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Aseguró que, antes de su arresto, se ganaba la vida con la agricultura, la ganadería y unas farmacias y dos viejos hoteles que le pertenecían. Y en su afán por desligarse de cualquier delito, negó incluso que hubiera cárteles de la droga en Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco (oeste).
“Nunca existieron carteles en Guadalajara. Quién sabe ahora. (...) Llevábamos una vida de familia”, insistió ante la periodista de Telemundo. Al frente del cártel de Guadalajara, Félix Gallardo fue una figura clave en la expansión del narcotráfico en México.
En los años 1980, la organización, que hasta el momento se dedicaba a traficar con marihuana y opio, fue una de las primeras en establecer contactos con los capos colombianos para transportar cocaína desde el país sudamericano hasta Estados Unidos.
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El éxito de Félix Gallardo se torció a partir del asesinato de Camarena. Tras su arresto en 1989, fue condenado a prisión por delitos como tráfico de drogas y lavado de dinero. La justicia tardó, sin embargo, hasta 2017 para condenarlo por la muerte del agente de la DEA. En agosto de ese año se le sentenció a 37 años de prisión.
Fonseca Carrillo y Caro Quintero, condenados también por la muerte del agente de la DEA, ya no están en la cárcel. El primero está libre desde 2017 después de pasar 30 años en prisión. Caro Quintero está en paradero desconocido desde 2013, cuando la justicia lo liberó por un defecto de forma en su condena. La decisión fue invalidada poco después, pero el narco ya había desaparecido. Según la DEA, volvió al negocio.
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Félix Gallardo opinó en la entrevista que la violencia en México “es consecuencia del desempleo, de la desigualdad social”, un problema que, según él, “está resolviendo poco a poco” el presidente Andrés Manuel López Obrador.
México sufre una ola de violencia ligada al narcotráfico que ha causado más de 300.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando el gobierno federal lanzó un polémico operativo para combatir al crimen organizado, según cifras oficiales.
Fuente: AFP.