El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, abordó el lunes el colapso del gobierno de Afganistán que era respaldado por Occidente con funcionarios de China y Rusia, dos frecuentes rivales de Estados Unidos que se apresuraron a anunciar que trabajarían con los talibanes.
Blinken habló por separado con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y con su par de China, Wang Yi, para discutir sobre la situación de seguridad y los esfuerzos para evacuar a las personas a un lugar seguro. El Departamento de Estado no proporcionó mayores detalles.
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Rusia de su lado aseguró que Blinken y Lavrov discutieron el acercamiento que inició Moscú con varias fuerzas políticas afganas para “ayudar a garantizar la estabilidad y el orden público”. Ambas partes “acordaron continuar las consultas con la participación de China, Pakistán y otras naciones interesadas para establecer las condiciones adecuadas de forma de comenzar un diálogo inclusivo entre afganos”, sostuvo un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Tanto Rusia como China intensificaron sus contactos con los talibanes después de que Estados Unidos decidiera retirarse de Afganistán, poniendo fin a una participación militar de 20 años y provocando el rápido desmoronamiento del gobierno de la nación asiática.
Moscú, que en la época soviética ocupó Afganistán por una década durante la cual luchó contra las guerrillas islámicas entonces respaldadas por Washington, ha mantenido abierta su embajada en Kabul y planea conversaciones con los talibanes. Rusia ha dicho que ve a los talibanes “restaurando el orden”, mientras que China anunció el lunes que quería relaciones “amistosas y de cooperación” con Afganistán bajo mando de los talibanes.
La ONU contra la “amenaza terrorista global”
El Consejo de Seguridad de la ONU dijo el lunes que la comunidad internacional debe garantizar que Afganistán no se convierta en caldo de cultivo para el terrorismo bajo el gobierno talibán, tras una reunión de emergencia en Nueva York.
Los 15 miembros del consejo emitieron una declaración conjunta después de que el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijera en la reunión que el mundo debe unirse para combatir la “amenaza terrorista global en Afganistán”.
La declaración del consejo “reafirmó la importancia de combatir el terrorismo en Afganistán” para garantizar que “no se utilice para amenazar o atacar a ningún país, y que ni los talibanes ni ningún otro grupo o individuo afgano apoyen a los terroristas que operan en el territorio de ningún otro país”.
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Después de que los talibanes tomaron el poder en Afganistán por primera vez en 1996 tras una brutal guerra civil, el régimen fundamentalista islámico proporcionó un refugio seguro para que Al Qaida operara sus campos de entrenamiento. Washington derrocó a los talibanes en 2001 en represalia por los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos. La reunión del lunes fue convocada apresuradamente en la sede en Nueva York después de que los militantes talibanes entraran en la capital, Kabul, el domingo, lo que llevó al presidente afgano Ashraf Ghani a huir al extranjero.
“La comunidad internacional debe unirse para asegurarse que Afganistán nunca más sea usado como plataforma o refugio de organizaciones terroristas”, dijo Guterres. “Hago un llamamiento al Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional en su conjunto para que se mantengan unidos, trabajen juntos y actúen juntos”, añadió.
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También instó a las naciones a “utilizar todas las herramientas a su disposición para suprimir la amenaza terrorista global en Afganistán y garantizar que se respeten los derechos humanos básicos”. Los comentarios de Guterres se produjeron en momentos en que los combatientes talibanes, victoriosos, patrullaban en Kabul tras un sorprendente y rápido final de la guerra de 20 años en Afganistán.
Estados Unidos reiteró el llamamiento de Guterres durante la reunión. “También pedimos a todas las partes que impidan el terrorismo y todos debemos asegurarnos de que Afganistán no pueda ser nunca, nunca más, una base para el terrorismo”, dijo la embajadora Linda Thomas-Greenfield.
Derechos de las mujeres
En Ginebra, un grupo de expertos independientes en derechos humanos del organismo instó al Consejo de Seguridad a tomar medidas en virtud del capítulo siete de la Carta de la ONU, que permite la acción militar para restablecer la paz y la seguridad internacionales, pero diplomáticos dijeron a la AFP que esta opción no estaba siendo considerada.
Guterres dijo que era “esencial que se protejan los derechos de las mujeres y niñas afganas que tanto costó conseguir”. “Los próximos días serán cruciales. El mundo está mirando. No podemos ni debemos abandonar al pueblo de Afganistán”, expresó.
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La declaración del Consejo de Seguridad pide el fin inmediato de la violencia y “una solución pacífica a través de un proceso de reconciliación nacional liderado por los afganos y que les pertenezca”. Dijo que debe haber un nuevo gobierno “que esté unido, sea inclusivo y representativo, incluyendo la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres”. Durante la reunión, el embajador de Afganistán ante la ONU, Ghulam M. Isaczai, instó a las naciones a “declarar inequívocamente” que no reconocerían un gobierno talibán.
China dijo que está dispuesta a mantener relaciones “amistosas y de cooperación” con el próximo gobierno de Afganistán, mientras que Moscú confirmó que ha “establecido contactos de trabajo con representantes de las nuevas autoridades”. Pakistán se quejó de que India, que actualmente ocupa la presidencia rotatoria del Consejo, rechazara su petición de intervenir en la reunión.
Fuente: AFP.