Las autoridades sanitarias chinas señalaron este viernes que han controlado el peor brote de COVID del país en meses después que el número de contagios alcanzara a principios de esta semana un máximo en los últimos siete meses.

Múltiples focos de la variante delta altamente infecciosa se extendieron a 48 ciudades en 18 provincias en el país asiático, llegando a contagiar 1.282 personas. Sin embargo, no se han producido nuevas infecciones en muchos puntos críticos en los últimos días debido a las estrictas medidas de control del virus.

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“De estas 48 ciudades, 36 no han notificado nuevos contagios en los últimos cinco días”, afirmó a la prensa He Qinghua, un representante del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China.

“En estas circunstancias, el riesgo de un brote a nivel nacional es generalmente controlable y hay relativamente poco riesgo de que ocurra un brote a gran escala”, prosiguió el responsable sanitario.

Los medios estatales describieron el foco actual, que ha provocado cierres locales, pruebas masivas y restricciones de viaje, como el más severo desde que el virus surgió por primera vez en la ciudad de Wuhan.

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Más de la mitad de la población de China, unos 777 millones de personas, ya han recibido la pauta completa hasta el momento, con más de 1.830 millones de dosis administradas en todo el país, anunció este viernes un portavoz de la Comisión Nacional de la Salud.

China también ha reforzado los controles anti-COVID en los vuelos internacionales y transporte de carga como respuesta al último brote. “Según los resultados de la secuenciación genética, las fuentes de infección provienen del extranjero”, subrayó He.

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Una terminal del puerto de Ningbo-Zhoushan, la tercera más grande del mundo por volumen de carga, suspendió las operaciones el miércoles después de que un trabajador diera positivo. El último foco surgió a mediados de julio en la ciudad oriental de Nanjing, después de que nueve personas del servicio de limpieza aeroportuaria también se contagiaran.

Desde entonces, decenas de trabajadores públicos han sido sancionados por gestionar mal el brote, mientras que el gobierno chino se esfuerza por frenar la propagación del COVID-19. China notificó el viernes 99 nuevos casos por coronavirus, 47 de los cuales fueron transmisiones locales, por debajo de los 108 contagios anunciados el martes, el máximo en los últimos siete meses.

Fuente: AFP.

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