Un inmenso incendio que arrasa el norte de California se convirtió en el tercero mayor en la historia del estado este viernes, y se espera que continúe propagándose. Una larga sequía, que para los científicos está relacionada con el cambio climático, ha dejado el oeste de Estados Unidos reseco y vulnerable ante las explosivas y destructivas llamas.

Esta semana, el incendio Dixie arrasó Greenville, un histórico pueblo de la fiebre del oro enclavado en el norte de la costa oeste estadounidense. Desde que comenzó, a mediados de julio, ha arrasado más de 170.000 hectáreas. El alguacil del condado de Plumas, Todd Johns, quien ayuda en la coordinación del combate al fuego, dijo que la destrucción ha sido devastadora.

Lea más: Dos nuevos libros para niños de Luisa Moreno Sartorio

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Mi corazón está roto por lo que pasó” en este pueblo de 800 habitantes, dijo en una conferencia de prensa. “A quienes han perdido sus casas y sus negocios, su vida ha cambiado para siempre, y todo lo que puedo decirles es: Lo siento”, agregó.

El pueblo de Greenville quedó carbonizado y en ruinas este viernes. Las estructuras de madera se volvieron ceniza y algunos edificios de piedra quedaron reducidos es escombros por el fuego. Todds dijo que no hay heridos hasta ahora, pero remarcó que era vital que la gente acate las órdenes de evacuación.

Lea más: Ley Afroparaguaya, contra la discriminación racial, cuenta con media sanción

“Este incendio no ha terminado. Si las llamas están en dirección a ustedes, necesitan prepararse. Hacia donde el viento sople, hacia allí es que irá el fuego”, advirtió. Más de 5.000 personas están batallando contra el incendio que está enviando enormes columnas de humo al aire, visibles desde el espacio.

Las autoridades dijeron el viernes que esperaban que las ráfagas de viento avivaran las llamas. Ese viento, combinado con un terreno difícil y una vegetación abundante y muy seca, están dificultando aún más los esfuerzos de los bomberos.

Líneas eléctricas defectuosas

El Dixie se extendió en el transcurso de una noche hasta cubrir más de 174.000 hectáreas, superando al incendio Bootleg, que devasta una parte de Oregón, más al norte. Sus llamas han crecido tanto que generan su propio clima.

Los incendios forestales son habituales en California, pero debido al cambio climático son cada vez más devastadores. A finales de julio, el fuego ya había destruido dos veces y media más vegetación que en el mismo periodo de 2020, el peor año de la historia de California en cuanto a incendios.

Lea más: Supermercados admiten que se encarecieron varios productos de la canasta básica

El Dixie ha revivido los recuerdos del Paradise Fire de 2018, el incendio más letal de los últimos años en California. Entonces líneas eléctricas defectuosas desataron las llamas que barrieron el norte del pueblo Paradise matando a 86 personas. Pacific Gas and Electric, la mayor compañía eléctrica de California, fue considerada responsable.

Ahora, esta empresa vuelve a ser señalada por el incendio de Dixie, después de que un árbol cayera sobre una línea eléctrica el día en que comenzó el fuego. La empresa anunció a finales de julio que enterraría sus 16.000 km de cables eléctricos para evitar que sus equipos provoquen más incendios devastadores. La propia Greenville tiene un historial de incendios. Estuvo a punto de desaparecer en 1881, y varios incendios han amenazado a sus habitantes en el último siglo y medio.

El clima ayuda a los bomberos

Un vasto incendio forestal en el norte de California, que ya se ha convertido en el tercero más grande de la historia en ese estado, continuó creciendo durante la noche del viernes al sábado, pero las autoridades dijeron que las condiciones meteorológicas estaban dando un descanso a los bomberos.

El Dixie Fire ahora ha devastado unas 180.7870 hectáreas en cuatro condados, frente a las casi 176.000 del día anterior, un área más grande que la ciudad de Los Angeles. Este incendio ha superado el alcance del enorme Bootleg Fire en el sur de Oregón.

Pero las temperaturas más frías y los vientos más suaves se trasladaron al área durante la noche, dando un respiro a los cansados bomberos, dijo la agencia estatal Calfire. Se espera que esas condiciones continúen hasta el domingo. El fuego está ahora contenido en un 21%.

Lea más: Los creadores de “South Park” quieren comprar “Casa Bonita”, un local que aparecía en la serie

A principios de la semana, el Dixie dejó a la ciudad de Greenville carbonizada y en ruinas, aunque no se informaron muertes. También arrasó la pequeña ciudad de Canyondam, informó Los Angeles Times. El mismo diario señaló que residentes armados se han negado a acatar la orden de las autoridades locales de evacuar el lugar.

En esos casos, la policía pide a los residentes los nombres de sus familiares más cercanos, para notificarlos en caso de que el incendio acabe matándolos. Irónicamente, el movimiento del Dixie Fire hacia el noreste se ha ralentizado en parte porque alcanzó lo que el sitio web CalFire llama la “cicatriz” de un incendio anterior, el Moonlight Fire, de 2007.

Más de 5.000 personas luchan actualmente contra el incendio Dixie, que está expidiendo enormes nubes de humo que son fácilmente visibles desde el espacio. La cantidad de hectáreas quemadas en California aumentó más del 250% desde 2020, el peor año de incendios forestales en la historia moderna del estado. Una sequía prolongada que, según los científicos, es impulsada por el cambio climático, ha dejado a gran parte del oeste de Estados Unidos reseco y vulnerable a incendios altamente devastadores.

Fuente: AFP.

Déjanos tus comentarios en Voiz