La empresa de capital riesgo Novalpina, propietaria del grupo israelí NSO que protagoniza un escándalo de espionaje, será disuelta, indicó este miércoles a la AFP una fuente conocedora de la operación, confirmando una información del diario Les Echos.

“Un gestor internacional externo, que será designado formalmente en las próximas semanas, gestionará en extinción el fondo”, aseguró una fuente cercana a la empresa citada por el diario económico. Novalpina compró en 2019 NSO, conocido por su programa informático Pegasus, que habría permitido espiar los teléfonos de al menos 180 periodistas, 85 activistas de derechos humanos y 14 jefes de Estado, algo que el grupo israelí rechaza.

Su disolución se decidió para poner fin a una “guerra interna” entre dirigentes de la empresa londinense, según una fuente citada por Les Echos. Pero el rotativo económico aseguró que el escándalo de las escuchas pudo representar la gota que colmó el vaso, máxime cuando la empresa estaba bajo presión de oenegés desde hace tiempo.

Israel se toma el caso “en serio”

El ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, aseguró el miércoles a su homóloga francesa, Florence Parly que su país se toma “en serio” las acusaciones de espionaje del programa israelí Pegasus, que habría sido utilizado contra el presidente francés, Emmanuel Macron.

Benny Gantz “habló del asunto NSO (la empresa de ciberseguridad israelí que creó Pegasus) y declaró que Israel se toma las acusaciones en serio”, dijo el ministerio israelí de Defensa en un comunicado. “Subrayó que el Estado de Israel solo otorga autorizaciones de exportación de productos ciber a los Estados y solo para luchar contra el terrorismo o el crimen”, agregó el ministerio.

La ministra de Defensa, que recibió a Gantz en la tarde del miércoles en París, “le comunicó las aclaraciones que Francia espera, de las que dependen la confianza y el respeto mutuo entre nuestros dos países”, precisó su ministerio.

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Parly ya había indicado el martes que aprovecharía este encuentro bilateral, previsto desde hace tiempo, para determinar “lo que el gobierno israelí sabía de las actividades de los clientes de NSO” y qué dispositivos hay para “prevenir otro uso de estas herramientas altamente invasivas”.

Pegasus, que permite infiltrarse en sistemas informáticos, está en el centro de un escándalo mundial de espionaje dado a conocer a mediados de julio por 17 medios de comunicación. Habría permitido espiar los números de teléfono de al menos 180 periodistas, 85 militantes de derechos humanos o 14 jefes de Estado, entre ellos el presidente francés, lo que NSO niega.

Según los medios franceses Le Monde y Radio France, algunos números de teléfono de Emmanuel Macron así como los del exprimer ministro Edouard Philippe y 14 miembros del gobierno, entre ellos el jefe de la diplomacia Jean-Yves Le Drian, figuraban “en la lista de números seleccionados por un servicio de seguridad marroquí, usuario de Pegasus, para un potencial pirateo”.

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“Si se confirmaran estos hechos (...) sacaríamos todas las consecuencias, pero primero hay que demostrar que son ciertos”, dijo el portavoz del gobierno francés, Gabriel Attal, al término del Consejo de Ministros, tras precisar que se están “verificando” las informaciones.

Acusado de hacerle el juego a los regímenes autoritarios, NSO asegura que su programa Pegasus sirve solo para obtener informaciones sobre las redes criminales o terroristas. El Parlamento israelí ha creado una comisión para investigar las acusaciones de “mal uso” de Pegasus por algunos Estados para espiar a personalidades.

Benny Gantz informó a Parly que “representantes oficiales visitaron el miércoles las oficinas de NSO”, informó el ministerio israelí de Defensa, sin ofrecer más precisiones. El ministro israelí también habló con su homóloga francesa sobre el dossier nuclear iraní y sobre la “amenaza” regional que representa Irán a ojos de Israel. Asimismo, se entrevistó con el jefe de los servicios de inteligencia exterior francés (DGSE), Bernard Emié.

Fuente: AFP.

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