Los científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén (UHJ) dijeron que han identificado varios medicamentos que podrían ayudar no solo a tratar, sino a “curar” a las personas que desarrollan el COVID-19.
El profesor Shy Arkin, bioquímico del Instituto de Ciencias de la Vida Alexander Silberman, dijo a The Jerusalem Post que en las pruebas de laboratorio en las que se colocaron células infectadas con SARS-CoV-2 junto con los medicamentos durante dos días, “casi el 100 por ciento de las las células vivieron a pesar de estar infectadas con el virus “.
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Por el contrario, sin los compuestos farmacológicos preexistentes, alrededor del 50 por ciento de las células murieron después de entrar en contacto con el virus, según la publicación del portal israelí.
Podrían ser efectivos
Arkin y su equipo seleccionaron una biblioteca de más de 2.800 compuestos aprobados para su uso, identificando 18 medicamentos que consideraron que podrían ser efectivos.
En un trabajo inédito, los investigadores pudieron demostrar que varios de estos compuestos “exhibieron una potencia notable contra todo el virus en experimentos in vitro”.
Dos de ellos son Darapladib, que se usa para el tratamiento de la aterosclerosis (acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y sobre sus paredes), y Flumatinib, que se usa para el tratamiento de ciertos cánceres de la sangre.
Más ensayos
El profesor de la UHJ dijo que dudaba en compartir los nombres de cualquiera de los medicamentos, y agregó que no podía recomendarlos hasta que se sometieron a los ensayos clínicos adecuados.
El equipo se centró en la reutilización de medicamentos para acelerar potencialmente cualquier paso regulatorio futuro.
Dado que los medicamentos ya se están utilizando para otras indicaciones, su toxicidad y efectos secundarios, por ejemplo, son conocidos y aprobados.
Un gran arsenal
Es importante que exista “un gran arsenal” de medicamentos para combatir el SARS-CoV-2, dijo Arkin.
“Nunca deberíamos estar en una situación en la que en nuestro arsenal solo tengamos un arma de fuego”, expresó. “Si solo tenemos uno y confiamos únicamente en él, y llega un momento en que falla, estaremos en una situación muy precaria”.
Arkin cree que su equipo está preparado para estudios in vitro e in vivo, y está buscando un socio farmacéutico que le ayude a llevar a cabo estos ensayos.
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