Los incendios continuaban el lunes su frenético avance por el oeste de Estados Unidos en tanto un proveedor de electricidad de California, ya responsabilizado por el incendio más mortal ocurrido en ese estado, fue acusado del inicio de algunos de los focos ígneos.

La temporada de incendios apenas comenzó y ya se desataron 80 grandes fuegos en Estados Unidos que han consumido más de 4.700 km² de vegetación. Los bomberos están particularmente preocupados por el avance del incendio Tamarack, que repentinamente ganó impulso al sur del lago Tahoe, a caballo entre California y Nevada.

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Las autoridades ordenaron a los residentes de varios centros poblados evacuar el área en tanto una parte del Pacific Crest Trail, una de las rutas de senderismo más populares de Estados Unidos, debió cerrarse. Mientras, y por noveno día consecutivo, unos 2.100 bomberos trabajan “día y noche” en Oregón para tratar de contener el Bootleg Fire, un incendio que ya es más grande que la ciudad de Nueva York, aseguró Joe Hessel, encargado de la gestión de los fuegos en la zona.

“Este incendio es una verdadera plaga y nos estamos preparando para una lucha intensa” en los próximos días, anunció. Los pronósticos de tormentas eléctricas, con un clima aún muy caluroso, seco y ventoso, deberían dificultar aún más la tarea.

Muy cerca de California, el Bootleg Fire también amenaza la red eléctrica del estado y las autoridades quieren evitar a toda costa que millones de personas se vean sumidas en la oscuridad, como sucedió en años anteriores cuando la tensión de la red era demasiado baja.

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Sobre todo, porque se acusa a Pacific Gas and Electric (PG&E), gran proveedor de electricidad californiano, de estar en el origen del gran Dixie Fire de ese estado, de acuerdo con una investigación preliminar. PG&E ya había sido declarado culpable de ocasionar el Camp Fire en 2018, el incendio más mortífero en la historia reciente de California, debido a líneas defectuosas, muy cerca de donde el Dixie Fire está causando estragos.

Aquel incendio prácticamente borró del mapa a la pequeña localidad de Paradise y mató a 86 personas. Con sede en San Francisco, PG&E ha sido acusada durante años de anteponer las ganancias y a los accionistas a la seguridad pública, con instalaciones obsoletas y fallas reiteradas para mantener y despejar sus líneas de alta tensión. PG&E “está cooperando en la investigación del departamento de bomberos de California” en torno al incendio Dixie, dijo la firma a la AFP.

Fuente: AFP.

Etiquetas: #EEUU#incendios

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