El anuncio del gobierno británico, de que sus residentes con la pauta completa de la vacuna que lleguen desde Francia tendrán que hacer una cuarentena, provocó indignación y frustración, ya que ocurre poco antes del relajamiento de las medidas sanitarias.
A partir del lunes, los residentes del Reino Unido que hayan completado el proceso de vacunación y regresen de países clasificados en “naranja” (entre los que se encuentran numerosos destinos turísticos europeos como Italia o España) no tendrán que hacer cuarentena. Francia será la excepción a esta regla por la “presencia persistente de casos de la variante beta (del coronavirus)”, anunció el gobierno el viernes.
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Un duro golpe para el sector turístico que esperaba una “recuperación significativa” de su actividad con la relajación de las medidas de control fronterizas. “Entendemos que debe primar la salud pública, pero no hay duda de que este anuncio hará tambalearse la confianza de los consumidores en los viajes al extranjero”, reaccionó un portavoz de la Asociación de Agentes Turísticos Británicos (ABTA).
“Soy médico, así que entiendo muy bien los riesgos sanitarios, ¡pero esto no tiene ningún sentido!”, declaró a la AFP la doctora Maud Lemoine, médico en hepatología del hospital St Mary, del Imperial College de Londres, y que está actualmente en Francia. Lemoine denuncia la “paradoja” de una decisión que llega justo cuando el gobierno se prepara para levantar el lunes casi todas las restricciones que quedaban en Inglaterra, entre ellas llevar tapabocas y la distancia social.
La variante beta, identificada por primera vez en Sudáfrica, es una de las cuatro variantes “de preocupación” designadas por la OMS, junto a alfa, gamma y delta. En Francia, la variante beta es la mayoritaria en la isla de la Reunión (sureste de África), donde se declaró la urgencia sanitaria, pero es minoritaria en el territorio metropolitano.
Fuente: AFP.