El domingo 11 de julio pasado, el mundo asistió con asombro a las masivas protestas populares que se iniciaron en la localidad de San Antonio de los Baños, en Cuba, y que rápidamente se trasladaron a otros rincones de la isla caribeña, controlada por el régimen socialista desde 1959.
Las reacciones de apoyo a los cubanos, quienes sufren todo tipo de carencias y que los llevó a rebelarse contra el sistema, se multiplicaron en gran parte del mundo, con algunas excepciones lógicas de gobiernos y grupos de personas quienes tienen una coincidencia ideológica con el régimen cubano.
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Incluso hasta resulta comprensible que existan personas o grupos que traten de desvirtuar una situación tan delicada como la que se da en Cuba, pero lo que expresó de manera pública el venezolano Diosdado Cabello, número dos de la revolución bolivariana, resulta tragicómico e insólito.
Celebraban la Eurocopa
“Esta gente estaba celebrando la Eurocopa”, dijo sin ruborizarse Cabello, en referencia al grupo de manifestantes que coparon las calles de La Habana y otros rincones de la isla.
“Es un hecho absolutamente mediático, lo que salió en las redes no tiene nada que ver con la realidad. Sacaban esas fotos y las ponían como que estaban celebrando la Copa América y sin vergüenza de ningún tipo, si el propio presidente cubano fue a las calles”, dijo el temido exmilitar y político venezolano.
Vinculado al narcotráfico
Diosdado Cabello es una de las personas más fuertes del régimen venezolano y está acusado por EEUU de estar vinculado al grupo de narcotraficantes conocido como el Cartel de los Soles, por lo que ha sido sancionado en numerosas ocasiones.
Mientras tanto en Cuba las propias autoridades cubanas confirmaron la muerte de un manifestante y los medios internacionales que cubren la crisis anunciaron que existen denuncias de torturas y desapariciones de activistas, periodistas independientes y personas que tomaron parte de las protestas que desde el domingo vienen poniendo en jaque al régimen socialista, que ha respondido con represión y suspensión intermitente del servicio de internet.