Estudiantes recluidos en hoteles en Mallorca, padres que exigen su liberación, miles de jóvenes en cuarentena... lo que empezó siendo un viaje estudiantil ha derivado en brote gigante de COVID-19 y en auténtico culebrón en España.
Todo arrancó la semana pasada, cuando cientos de jóvenes dieron positivo -por variante alfa, detectada por primera vez en Reino Unido, según las autoridades- en varios puntos de España, a su regreso de una semana de fiesta en la isla de Mallorca, adonde habían ido a celebrar el final de curso.
Según las cifras facilitadas por el ministerio de Sanidad, al menos 1.824 personas resultaron infectadas, y 5.978 fueron obligadas a observar cuarentena. Un joven de la zona de Valencia (este) se encuentra en cuidados intensivos desde el lunes, según la prensa local.
“Caldo de cultivo perfecto”
Los encuentros entre estudiantes resultaron ser “el caldo de cultivo perfecto” para una transmisión con orígenes múltiples, comentó el lunes Fernando Simón, epidemiólogo jefe del ministerio español de Sanidad. Por el momento, al menos once regiones detectaron casos derivados de ese brote.
Sólo en el área de Madrid, 778 personas dieron positivo como consecuencia del brote, entre ellas 662 estudiantes, y 2.886 fueron puestas en cuarentena, indicaron las autoridades regionales a AFP este miércoles. Este miércoles, los 86 pasajeros de un vuelo entre Mallorca y Santiago de Compostela (Galicia, noroeste) fueron puestos en cuarentena, tras dar positivo 49 ocupantes, incluidos varios estudiantes.
“Queremos salir”
El hotel Palma Bellver, apodado con sorna “hotel COVID”, aloja a 232 estudiantes que tuvieron un vínculo directo o indirecto con los viajes de estudiantes a Mallorca, informaron las autoridades locales. Tras ser sometidos a test, el 25% de ellos dieron positivo por coronavirus.
Las imágenes de los jóvenes encerrados en este hotel frente al mar, gritando “somos negativos, queremos salir”, o mostrando mensajes en sus toallas tendidas en los balcones, han copado portadas en los diarios españoles. Y mientras los casos proliferan, las críticas siguen cayéndole a las autoridades y a los jóvenes, quienes, debido al rígido sistema de vacunación en España, por estrictos tramos de edad, no han tenido aún acceso a la inmunización.
La policía local confirmó además a AFP que tuvo que intervenir varias veces en ese hotel, a raíz de denuncias de vecinos por la música a todo volumen o el lanzamiento de objetos sobre la vía pública. Los jóvenes en cuarentena han podido por cierto aprovisionarse de alcohol, gracias a unos cubos que cuelgan de sus sábanas y luego suben hasta sus balcones.
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Los padres de varios de esos jóvenes se dirigieron a la justicia para que anule la cuarentena impuesta a sus hijos. Una medida que este miércoles concedió una jueza, en el caso de los estudiantes que hayan dado negativo.
Estos podrán volver el jueves en un barco fletado para ellos hasta Valencia (este), según las autoridades. El foco de COVID en Mallorca se produce después de que en las últimas semanas mejorara muy netamente la situación epidemiológica en España, gracias al avance de la campaña de vacunación. Según las últimas cifras del gobierno, el 36% de los 47 millones de españoles están totalmente vacunados contra el coronavirus, y más de la mitad de la población (52,7%) ha recibido al menos una dosis.
Zarpa “barco burbuja”
Un barco burbuja con 118 jóvenes que estaban confinados en un hotel de Mallorca (Baleares, España) tras declararse un brote gigante de COVID-19 en la isla donde celebraban el final de curso, zarpó este jueves rumbo a Valencia (costa este), desde donde los jóvenes podrán regresar a sus ciudades tras dar negativo en los tests.
La embarcación, que tiene un piso reservado para los estudiantes, salió a las 10H00 del puerto de Palma horas después de que la justicia no ratificara el confinamiento preventivo para los jóvenes que habían dado negativo y seguían encerrados en un hotel de la isla.
A su llegada a Valencia, tras un viaje en el que no podrán cruzarse con el resto de pasajeros, los estudiantes serán recogidos por sus regiones, que decidirán si les someten a otro test. El megabrote declarado en Mallorca arrancó la semana pasada, cuando cientos de jóvenes dieron positivo en varios puntos de España, a su regreso de una semana de fiesta en la isla.
Según el Ministerio de Sanidad, al menos 1.824 personas resultaron infectadas, y 5.978 fueron obligadas a observar cuarentena. Muchos de ellos dieron positivo ya de vuelta a casa, pero otros seguían confinados en el hotel Palma Bellver, apodado con sorna “hotel COVID”, que alojaba a 232 estudiantes que tuvieron un vínculo directo o indirecto con el brote.
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Tras ser sometidos a test, el 25% dio positivo por coronavirus. Este miércoles, una jueza estableció que los estudiantes que, hasta el momento, eran negativos o se habían negado a hacerse la prueba PCR pudieran abandonar la isla, aunque poco después otros nueve dieron positivo, informó el gobierno balear, que pretende recurrir la decisión.
“Pedimos responsabilidad a los jóvenes y sus familias. Que se queden en el hotel y hagan la cuarentena que protege a todos. O tomen el barco burbuja mañana”, había reclamado el gobierno de las islas en su cuenta de Twitter el miércoles.
El confinamiento de los estudiantes generó mucha polémica en España ante las quejas de los jóvenes, que se asomaban a los balcones de sus cuartos gritando “somos negativos, queremos salir”, y de sus padres, que solicitaban su liberación.
Al mismo tiempo, el gobierno balear aumentaba sus pedidos de prudencia y los vecinos denunciaban el clima festivo del hotel confinado, donde tuvo que acudir la policía en varias ocasiones debido al alto nivel de la música o al lanzamiento de objetos sobre la vía pública.
Fuente: AFP.