La pandemia de COVID-19 ha afectado mucho a los derechos de los niños en el mundo y los jóvenes se exponen a una “catástrofe generacional” si los gobiernos no actúan, recalcó la oenegé KidsRights en un estudio anual.
Millones de niños no han tenido acceso a la educación a causa de las restricciones sanitarias, con consecuencias a largo plazo para su salud física y mental, advierte esta organización de derechos del niño con sede en Amsterdam.
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Islandia, Suiza y Finlandia encabezan el “Índice KidsRights 2021”, que clasifica a 182 países en función del cumplimiento de la Convención internacional sobre los derechos del niño. Chad, Afganistán y Sierra Leona son los últimos.
Los efectos de la pandemia “han superado lamentablemente las predicciones que hicimos en sus inicios hace un año”, lamentó Marc Dulleart, fundador y presidente de la oenegé. “Sin contar a los pacientes con coronavirus, los niños han sido los más afectados, no directamente por el virus, sino porque se han visto descuidados por los gobiernos del mundo entero”, declaró.
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“Relanzar el sistema educativo es la clave para evitar una catástrofe generacional”, dijo Dulleart. Según la oenegé, más de 168 millones de niños no han podido acudir a la escuela, y uno de cada tres no tiene acceso a distancia a las clases en cuanto cierran las aulas.
Un total de 142 millones de niños adicionales sufrieron privaciones materiales cuando la pandemia golpeó la economía mundial y 370 millones de niños dejaron de alimentarse en los comedores escolares. KidsRights alabó al futbolista del Manchester United Marcus Rashford por su campaña para prolongar las comidas gratuitas servidas en las cantinas escolares.
La organización felicitó además a Bangladés por haber dedicado un canal de la televisión nacional a la educación a distancia en casa y aplaudió a Bélgica y Suecia por haber intentado mantener abiertos los colegios. Además, 80 millones menores podrían quedarse sin las vacunas rutinarias para otras enfermedades debido a la presión a la que se ven sometidos los servicios sanitarios, estiman los autores del informe.
También les preocupa el “increíble aumento” durante los confinamientos de la violencia doméstica, de la que los niños suelen ser víctimas. Por primera vez, la oenegé incluyó a Palestina en su lista. Ocupa la 104ª posición por la atención que presta a la salud a pesar de circunstancias difíciles.
Fuente: AFP.