El vocero de la Fuerza de Defensa de Israel (FDI), Jonathan Conricus, y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lior Haiat, explicaron a los medios extranjeros que cubren el enfrentamiento con el grupo terrorista islámico palestino Hamás, algunos detalles de las operaciones y los objetivos israelíes en su lucha contra el grupo terrorista.
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Ambos aseguraron que “un alto al fuego no forma parte de las posibles soluciones sobre la mesa” y acusaron a Irán de financiar los ataques provenientes desde el enclave palestino a orillas del mar Mediterráneo.
Mutilación triple
Haiat dijo que “la FDI busca lastimar a Hamás con una mutilación triple: de personal útil, de infraestructura y de tecnología para evitar volver a estar como antes del principio que comenzara todo esto, no podemos volver a estar en esta situación”.
El portavoz del Gobierno dijo además que mientras el grupo terrorista siga lanzando proyectiles hacia territorio israelí y cuente con infraestructura que posibilite la fabricación de esos cohetes, no habrá ninguna posibilidad de diálogo.
Hamás cuenta actualmente con su propia industria de fabricación de armamentos, tal como lo confirmó hace unos días a La Nación Yoed Magen, embajador concurrente del Estado de Israel en Paraguay.
Escudos humanos
El teniente coronel Jonathan Conricus se refirió al ataque a un edificio en la Franja de Gaza, que servía de sede a varios medios de comunicación y que fueron avisados por la propia FDI, al menos una hora antes, para que desalojaran el lugar, tal como lo confirmó la cadena catarí Al Jazeera, uno de los medios afectados, en su cuenta de Twitter.
“Hamás contaba con oficinas de inteligencia en ese lugar” y dijo que las muertes de civiles que se producen a diario son producto de que el grupo terrorista se esconde detrás de “escudos humanos”.
“No era una torre de medios de comunicación. Nosotros estamos comprometidos con garantizar la seguridad de la prensa y que puedan trabajar con libertad, pero en esa torre Hamás tenía oficinas de inteligencia militar”, afirmó.
Además, agregó que dentro de esa torre se desarrollaban tareas de inteligencia terrorista, con herramientas de alta potencia tecnológica “dentro o sobre el edificio”.
“Estamos comprometidos con la ley internacional sobre conflictos y aspiramos a minimizar el daño colateral. Sin embargo, es claro para cualquiera que haya ido a Gaza que es casi imposible diferenciar entre terroristas y su infraestructura y los civiles que son usados por terroristas como escudos humanos”, indicó el vocero de las fuerzas israelíes.
Agregó además: “Es muy difícil para nosotros golpear solo objetivos militares, pero estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para hacerlo. No tenemos interés ni queremos matar a civiles”.
Hamás muestra lo que le conviene
En la conferencia de prensa, Conricus mencionó algunos resultados de las operaciones realizadas hasta el momento por la FDI, afirmando que destruyeron 672 blancos militares de Hamás desde que iniciaron los bombardeos en represalia por el lanzamiento de cohetes hacia zonas pobladas.
Los blancos alcanzados en el territorio que controla de facto el grupo terrorista Hamás incluyen fábricas de cohetes, almacenes de proyectiles y túneles en la zona noreste de Gaza.
Estimó en 75 el número de militantes de Hamás abatidos, la mayoría de ellos cuando se estaban preparando para realizar lanzamientos de cohetes.
“Hamás solo muestra a los medios internacionales los nombres que les convienen mostrar, las mujeres y niños, pero nunca los de los hombres en edad militar de combatir”, concluyó Conricus.