Miles de personas volvieron a las calles de Colombia este miércoles pasado para protestar contra el gobierno del presidente Iván Duque, en el octavo día de manifestaciones en las que hubo hasta ahora 24 muertos y cientos de heridos.

“Duele (...) la negligencia de un gobierno que está sordo, que prefiere enviar fuerza pública, en vez de ayudar [a la gente], prefieren ayudar a los bancos, a las grandes empresas”, dijo a la AFP el estudiante Héctor Cuinemi (19 años) en Bogotá.

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Bajo la lupa de la comunidad internacional, que denunció excesos de la fuerza pública en la represión de las manifestaciones, estudiantes, sindicatos, indígenas y otros sectores salieron a las calles de las principales ciudades con marchas festivas y en su mayoría pacíficas.

Tras una semana de movilizaciones el gobierno cedió al diálogo y aceptó reunirse con los sectores inconformes “la próxima semana”, según el consejero presidencial, Miguel Ceballos. Las altas cortes de Colombia, entre ellas la Corte Suprema de Justicia, la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y la Justicia Especial Para la Paz, pidieron incluir a “todos los actores” de “la protesta pacífica y el malestar social” en las charlas.

Miles de manifestantes protegidos con mascarillas llegaron en la tarde a la central Plaza de Bolívar, en Bogotá, aledaña a la sede presidencial. Un grupo intentó entrar al Congreso, pero fue disuelto por la policía.

Tres masivas protestas

El presidente de Colombia, Iván Duque, ha enfrentado tres masivas protestas desde que llegó al poder en 2018. Multitudes con rostro joven le exigen un cambio de norte a su gobierno en un país con más de medio siglo de conflicto armado.

Por lo menos una gran movilización por año desde 2019 ha puesto en jaque al mandatario conservador. Tras el fin del enfrentamiento armado con las FARC, guerrilla convertida hoy en partido político, los manifestantes ya no solo rechazan la violencia, sino que exigen mejores políticas que mejoren sus condiciones de vida. A continuación, un recuento de los tres episodios:

Protesta diversa

La última vez que Colombia había escuchado rugir las calles en rechazo de algo distinto de la violencia fue en 1977. Entonces los sindicatos fueron protagonistas. Pero en noviembre de 2019, cientos de miles salieron a las calles para mostrar su insatisfacción con el gobernante más joven en la historia reciente del país, hoy con 44 años.

Congregados por el llamado Comité Nacional del Paro -que sigue liderando las protestas- sindicatos, estudiantes, indígenas, ambientalistas y opositores protagonizaron casi tres semanas de reclamos.

Fue una manifestación multipropósito: a favor de la educación pública y gratuita; en rechazo de la corrupción; contra el asesinato de activistas sociales y exguerrilleros que firmaron la paz en 2016 y en apoyo al histórico pacto del que Duque es crítico. Las protestas dejaron cuatro muertos y unos 500 heridos.

Brutalidad policial

En 2020 el descontento volvió en rechazo a la brutalidad policial. El homicidio de Javier Ordoñez (43 años) en Bogotá, a manos de uniformados que lo sometieron a un violento castigo desató la rabia de los manifestantes. La policía, que durante el prolongado conflicto armado interno gozó de mucha popularidad, fue esta vez el foco de las protestas. La gente se lanzó sobre más de medio centenar de puestos policiales barriales que quedaron destruidos.

Durante las jornadas de manifestación murieron 13 personas en la capital y sus alrededores, en su mayoría jóvenes entre 17 y 27 años que fueron baleados. Cientos resultaron heridos por proyectiles. La alcaldía de Bogotá denunció que los uniformados dispararon indiscriminadamente contra civiles. El gobierno pidió perdón por los excesos de la fuerza pública. En abril de 2021, uno de los policías fue condenado a 20 años de prisión por la muerte de Ordóñez.

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Reforma tributaria

Una propuesta de reforma tributaria, que según expertos castigaba a la clase media, fue el punto de partida para una nueva movilización contra el presidente Duque. En medio de la crisis económica generada por la pandemia y con la pobreza y el desempleo en aumento, el mandatario presentó ante el Congreso una iniciativa que pretendía incrementar el IVA a ciertos productos y ampliar la base de tributantes.

Decenas de miles protestaron en las calles de las principales ciudades el 28 de abril. Una semana después las manifestaciones se mantienen, en medio de disturbios que dejan una veintena de fallecidos y más de 800 lesionados. La comunidad internacional denunció abusos de la fuerza pública durante las jornadas de protesta.

De acuerdo a oenegés y defensores de derechos humanos, la policía abrió fuego contra civiles. Aunque el presidente retiró la iniciativa de reforma tributaria y el ministro de Hacienda renunció, el malestar posconflicto pareció instalarse en uno de los países más desiguales del continente, con un desempleo del 16,8% y una pobreza que alcanza al 42,5% de la población.

Fuente: AFP.

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