Varios miles de trabajadores celebraron este sábado el uno de mayo con marchas en las principales ciudades de Bolivia, y los dirigentes sindicales expresaron que aceptan el incremento salarial para este año del 2% mensual, negociado con el gobierno.
Las marchas tuvieron su epicentro en la ciudad de Santa Cruz, este de Bolivia, encabezadas por el presidente Luis Arce. Los obreros recorrieron calles y avenidas con banderas bolivianas y todos usaban tapabocas por razones de bioseguridad, por la pandemia del COVID-19.
La caminata concluyó con una concentración de personas en la Plaza de Armas de Santa Cruz, la ciudad más poblada de Bolivia y capital económica del país.
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El máximo dirigente de la Central Obrera Departamental (COD) de Santa Cruz y aliado del oficialismo, Rolando Borda, expresó que los trabajadores aceptan el incremento salarial negociado con el gobierno del 2% mensual para este año.
El aumento de sueldos “lo tomamos como reposición a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios”, dijo el dirigente. En esta semana ministros del gobierno y dirigentes acordaron un ajuste salarial.
La patronal Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) había anticipado su rechazo a cualquier incremento, “por la extrema gravedad de la situación económica” tras un año de pandemia y por “las consecuencias que una medida de esta naturaleza tendrá en el aumento del desempleo y la pobreza”.
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El presidente Arce, en el multitudinario acto de político, volvió a señalar que el gobierno de su antecesora, la derechista Jeanine Áñez (2019-2020), fue el resultado de “un golpe de estado” y demandó a los trabajadores unidad para que -según él- no se repita lo sucedido. La administración de Arce ha denunciado varias veces que la oposición planea su derrocamiento.
Fuente: AFP.