Perú acudía este domingo a las urnas a elegir un presidente entre 18 candidatos que despiertan poco entusiasmo, en un momento particularmente brutal de la pandemia de coronavirus que hacía que se confundieran las filas para votar con las de conseguir oxígeno para familiares enfermos.
“No quisiera votar, porque no hay un candidato idóneo, pero más miedo me da que entren los radicales al gobierno”, dijo a la AFP Johnny Samaniego, un limeño de 51 años, afuera del Estadio Nacional.
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La campaña estuvo marcada por la apatía y el hartazgo de los peruanos -28% de indecisos-, al término de un quinquenio marcado por las convulsiones. “Hay que ejercer el voto y es nuestra obligación, sobre todo en este momento tan difícil que vive el país”, dijo la limeña Rosario Villacrés al canal RPP al ingresar a votar en el Estadio Nacional.
Sin partidos políticos fuertes y en una nación donde el candidato importa más que la ideología, ningún candidato superaba el 10% de intención de voto, lo que vaticina una definición en segunda vuelta, el 6 de junio.
Los siete candidatos con opciones de pasar al balotaje son el exlegislador Yonhy Lescano (centroderecha), la antropóloga Verónika Mendoza (izquierda), el economista Hernando de Soto (derecha), Keiko Fujimori (derecha populista, hija del expresidente Alberto Fujimori), el exfutbolista George Forsyth (centroderecha), el maestro y sindicalista Pedro Castillo (izquierda radical) y el empresario Rafael López Aliaga (ultraderecha).
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“Cualquiera sea el resultado [...], lo vamos a respetar”, dijo De Soto, el primero en sufragar. Como hay un empate estadístico entre ellos, ésta es “la elección más fraccionada en la historia”, sentenció el jefe de la encuestadora Ipsos Perú, Alfredo Torres.
En los comicios también será renovado el Congreso unicameral de 130 miembros y los sondeos pronosticaban un nuevo Parlamento atomizado. La ONPE prometió divulgar los primeros resultados oficiales parciales hacia las 23:30 locales (4:30 GMT del lunes), pero el escrutinio de la parlamentaria puede tardar un par de días.
Colas para comprar oxígeno
Los contagios de COVID-19 promediaron 9.667 al día esta semana, la cifra más alta en 13 meses de pandemia en Perú, y el sábado hubo un récord de 384 muertos, casi el doble que la cifra diaria de las últimas 10 semanas. Mientras unos peruanos votaban, decenas de otros hacían fila afuera de locales de venta o donación de oxígeno en Lima para conseguir una recarga para un familiar con COVID-19, observaron periodistas de la AFP.
El voto en Perú es obligatorio y quienes no lo ejercen se exponen a multas. “Es injusto porque nosotros en vez de estar ahí en la votación haciendo nuestra cola, tenemos que amanecernos para recibir un balón de oxígeno”, dijo a la AFP Micaela Lizama, de 38 años, mientras esperaba en un local del distrito capitalino de Villa El Salvador.
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“Tenemos más prioridad ahorita para la salud que para las votaciones (...), porque más prioridad tiene mi paciente”, indicó a la AFP Rubén Arias, de 22 años. Mario Tinoco, de 52 años, dijo que prefería pagar la multa por no votar, pues “tengo que conseguir oxígeno, eso es lo principal para mí”.
Perú acumula 54.669 muertos por COVID-19 y 1,6 millones de casos. Reflejo de la frágil situación sanitaria es que seis candidatos han contraído el coronavirus, tres de ellos en la última semana: George Forsyth, José Vega y Marco Arana. El horario de votación fue extendido en cuatro horas para evitar aglomeraciones semejantes a las vividas durante los mitines de campaña.
Un panorama complicado para el ganador
El nuevo presidente debe asumir el 28 de julio, día en que Perú conmemora el bicentenario de su independencia, y tiene el reto de superar la emergencia sanitaria, la recesión económica y la crisis política en una nación de 33 millones de habitantes. De los diez presidentes que ha tenido Perú tras el fin del régimen militar, en 1980, siete fueron condenados, están salpicados por escándalos o tienen investigaciones de la fiscalía en curso.
A los estragos causados por la pandemia y la recesión (el PIB cayó 11,12% en 2020) se suma la inestabilidad política del último quinquenio, que alcanzó su clímax en noviembre cuando Perú tuvo tres presidentes en cinco días, con protestas que dejaron dos muertos y un centenar de heridos.
Los centros de votación, que abrieron a las 7:00 locales (12:00 GMT), funcionarán durante 12 horas, cuatro más que lo habitual, para recibir los sufragios de 25 millones de peruanos, quienes han visto pasar cuatro presidentes desde 2018.
Ecuador: ajustado duelo presidencial
Ecuador avanza este domingo en el balotaje para elegir a su próximo presidente entre Andrés Arauz y Guillermo Lasso, en un cerrado duelo que enfrenta al socialismo heredero del expresidente Rafael Correa y la derecha conservadora por dirigir este país en crisis por la pandemia.
Aunque rige la veda para la publicación de encuestas, varias firmas prevén un cabeza a cabeza ante el repunte del derechista Lasso desde la primera vuelta del 7 de febrero, cuando alcanzó el 19,74% de los votos contra el 32,72% de Arauz. Los indecisos rondan un 15%.
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“El ritmo de crecimiento de campaña de Lasso tuvo una diferencia de 2 a 1 frente al crecimiento de la campaña de Arauz”, señaló a la AFP Blasco Peñaherrera, jefe de la encuestadora Market.
Lasso y Arauz protagonizan además un choque de generaciones y estilos que se decidirá con el voto obligatorio de 13,1 millones de ecuatorianos, que acuden a las urnas desde las 7:00 locales (12:00 GMT). La jornada se extenderá por diez horas y se espera la publicación de los primeros resultados hacia las 19:00 locales (0:00 GMT), según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Economista de 36 años, Arauz es el delfín de Correa y podría convertirse en el mandatario más joven de Latinoamérica, mientras Lasso, un exbanquero de 65 años, se postula por tercera vez tras perder las elecciones en 2013 y 2017.
“Esta es nuestra oportunidad para dejar el pasado atrás; para dejar ese dolor, ese sufrimiento, esa exclusión que hemos vivido últimamente y pasar a un gobierno realmente humano, uno que quiera a su gente”, dijo públicamente Arauz, quien no pudo votar en Ecuador porque está empadronado en México, donde cursaba un doctorado antes de postularse.
Arauz se dirigió a los electores en compañía de su fórmula vicepresidencial, Carlos Rabascall, tras asistir a la votación de una seguidora en Quito. Lasso en cambio votó en Guayaquil, motor económico en el suroeste de Ecuador, con un mensaje a los indecisos. “Los invito a darnos a una oportunidad para servirlos (...), porque con humildad les digo: le entregaré mi vida al pueblo”. Además, reafirmó su propuesta de construir un país “de oportunidades, libre y democrático”, junto a su posible vicepresidente, Alfredo Borrero.
El protagonista ausente
Quien venza gobernará por los próximos cuatro años este país de 17,4 millones de habitantes a partir del 24 de mayo, en reemplazo del impopular Lenín Moreno. Acosado por las críticas ante la lenta vacunación contra el COVID-19, Moreno también deja una economía dolarizada en números rojos: en 2020 el PIB retrocedió un 7,8% y la deuda pública total alcanzó el 63% del Producto Interno Bruto.
Aunque lleva desde 2017 fuera de Ecuador, Correa es la figura central de esta contienda. El exmandatario, que se instaló en Bélgica con su familia, rompió con Moreno apenas éste lo sucedió hace cuatro años en una feroz disputa que fraccionó a la izquierda. Arrastra una condena por corrupción que tacha de “persecución política”.
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Lasso encarna el anticorreísmo que agrupa a la derecha tradicional, empresarios, algunos medios de comunicación y parte de los no pocos desencantados con el socialismo del siglo XXI que pregonó el exjefe de Estado (2007-2017).
“Si gana Arauz, va a seguir el correísmo. Si gana Lasso, de pronto vamos a parar esto del correísmo, que es una terrible situación desde hace años”, expresó a la AFP tras sufragar Judith Viteri, de 41 años y vendedora en una farmacia. Sin revelar su apoyo, Jhonny Changoluisa, un empleado privado de 40 años, evocó la “crisis total” que enfrentan los ecuatorianos. “Necesitamos cambios (...) La clase media y baja está hecha pedazos”, señaló.
El voto indígena
Los indígenas, que quedaron a las puertas del balotaje con su candidato Yaku Pérez, un anticorreísta de izquierda que alegó un supuesto robo de elecciones, aparecen como una fuerza determinante este domingo. El partido de Pérez, Pachakutik, no dio su apoyo a ninguno de los candidatos.
Este domingo anuló su voto públicamente con la leyenda “Yaku presidente resistencia”, prometiendo una oposición de “resistencia” en caso de que el vencedor incumpla con sus promesas para superar la crisis y defender el derecho al agua.
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El futuro presidente no gozará de mayoría absoluta en el Congreso y tendrá que negociar con Pachakutik, pues el partido indígena quedó segundo en las legislativas celebradas en febrero por detrás de Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento de Arauz. Creando Oportunidades (Creo), la fuerza de Lasso, tendrá una representación mínima.
“Hay crisis económica, sanitaria y de gobernanza en este momento (...) Cualquiera que gane tiene un panorama completamente dividido, bien difuso”, apuntó Wendy Reyes, consultora política y catedrática de la Universidad de Washington.
Bolivia: balotaje en cuatro regiones
La Paz y tres departamentos más de Bolivia comenzaron a votar este domingo en la segunda vuelta de las elecciones para elegir a sus gobernadores entre oficialistas y opositores. Unos 2,7 millones de electores de La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, y de las regiones de Chuquisaca (sureste), Tarija (sur) y Pando (norte) están llamados a votar de forma obligatoria.
“No superamos todos nuestros problemas ni la polarización que nos aleja a unos de otros, pero sí derrotamos las voces agoreras de la violencia”, dijo el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, al inaugurar la jornada electoral.
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Bolivia fue a elecciones presidenciales en septiembre de 2020 y a primera vuelta en marzo pasado para elegir alcaldes y gobernadores de los nueve departamentos del país. La ley electoral establece una segunda vuelta si ningún candidato supera el 50% de los sufragios ni obtiene al menos el 40% con 10 puntos de distancia sobre el segundo.
Los otros cinco departamentos de Bolivia (Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Beni) ya tienen gobernadores: tres en manos del oficialismo y dos de la oposición. En los cuatro departamentos que celebran elecciones este domingo hay un candidato del oficialismo.
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La Paz es la plaza electoral más preciada en la jornada, por población y por peso político. Tarija, rico en gas natural, es el segundo escenario de interés electoral. Pando y Chuquisaca concentran poco electorado.
El presidente izquierdista, Luis Arce, delfín de Morales, acudió a votar y destacó que para la región “esta fecha es muy importante, no solamente por Bolivia”, sino por los actos “electorales presidenciales en Perú y Ecuador”. Canales privados adelantaron que iban a dar resultados no oficiales esta noche, mientras que el TSE prevé que el recuento de votos los lleve hasta ocho días.
Fuente: AFP.