La embajada rusa en Corea del Norte dijo el jueves que las condiciones de vida en Pyongyang se volvieron excepcionalmente difíciles por las drásticas medidas impuestas para frenar el coronavirus. Este hermético Estado totalitario ha cerrado sus fronteras, ha confinado ciudades enteras y ha tomado toda una serie de medidas para evitar un brote.
En una publicación en su página en Facebook, la embajada de Rusia dice entender la marcha del personal diplomático de la capital, donde permanecen menos de 300 extranjeros. “No todo el mundo, ni mucho menos, puede soportar unas restricciones sin precedentes por su dureza, el mayor déficit de productos básicos, entre ellos medicamentos, y la imposibilidad de tratarse problemas de salud”, escribe.
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El enviado especial de la ONU sobre la situación de los derechos en Corea del Norte advirtió el mes pasado que las medidas antiCOVID causaron “graves dificultades económicas” en un país ya marcado por la inseguridad alimentaria.
Corea del Norte, que enfrenta sanciones internacionales por sus programas nuclear y balístico, registra problemas para abastecerse por la suspensión del tráfico aéreo y ferroviario debida a la pandemia. La vecina Rusia mantiene relaciones estrechas con Corea del Norte y una importante presencia diplomática.
En febrero, diplomáticos rusos y miembros de sus familias, entre ellos una niña de tres años, llegaron a su país desde Corea del Norte a bordo de una vagoneta de tren empujada por uno de ellos, como muestra un video que se volvió viral en las redes.
Fuente: AFP.