Brasil sumó por primera vez este martes más de 3.000 muertos por COVID-19 en un día hundiéndose aún más en una situación descrita como “terrible” por la OPS y que afecta a sus vecinos, mientras en el mundo continúan las dudas sobre la vacuna de AstraZeneca.
El gigante sudamericano, de 212 millones de habitantes, registró 3.251 muertos en un día, totalizando 298.676 fallecidos desde el primer óbito hace un año, balance solo superado por Estados Unidos. Los casos suman 12,1 millones, con 82.493 contagios en las últimas 24 horas y un promedio diario en constante alza desde finales de febrero.
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Esta escalada ha empujado a su sistema sanitario al borde del colapso, con las unidades de cuidados intensivos (UCI) con una tasa de ocupación superior al 80% en la mayoría de los 27 estados brasileños y una creciente “preocupación” por el riesgo de falta de tubos de oxígeno en por lo menos seis estados, según un informe de la Fiscalía General.
Pero la situación del mayor país de Sudamérica alarma a todo el continente: la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó el martes sobre el “terrible” aumento de casos en Brasil, que también golpea a sus vecinos Venezuela, Bolivia y Perú, y destacó el alza de contagios en Chile, Paraguay y Uruguay.
“El virus de COVID-19 no está retrocediendo, ni la pandemia está comenzando a desaparecer”, advirtió en rueda de prensa Carissa Etienne, directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Preocupación por Semana Santa
Frente al repunte de contagios, varios países de la región optaron por replegarse de nuevo a las puertas de las vacaciones de Semana Santa. Considerado durante gran parte de 2020 como un ejemplo de manejo de la pandemia, Uruguay decidió el martes el cierre de oficinas públicas y la suspensión total de clases presenciales, entre otras medidas, ante la explosión de casos.
También el presidente de Colombia, Iván Duque, anunció toques de queda nocturnos y otras restricciones ante un aumento de las muertes y contagios. Mientras que el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, ya había extendido el confinamiento durante Semana Santa para frenar el avance de la variante brasileña.
Detectada inicialmente en la ciudad amazónica de Manaos a finales de 2020 y considerada muy contagiosa, la variante P1 ha sido identificada en 15 países y territorios de las Américas, según la OPS.
En un plano más positivo, Cuba prevé iniciar en junio la vacunación masiva de su población con su propio inmunizante, el primero concebido y desarrollado en América Latina, informó el martes el ministerio de Salud.
Más dudas
En momentos en que el uso de la vacuna de AstraZeneca resulta el crucial ante la aceleración de contagios, el regulador sanitario de Estados Unidos azuzó las dudas a su alrededor: el gigante farmacéutico anglo-sueco podría haber usado datos “desactualizados” en los ensayos clínicos en ese país.
AstraZeneca defendió, de su lado, su evaluación de los resultados de estas pruebas y anunció que publicaría nuevos datos “en 48 horas”, en respuesta al planteo del instituto estadounidense de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID).
La compañía había dicho el lunes que ensayos en más de 32.000 personas en Estados Unidos mostraron que la vacuna es eficaz en 79% para prevenir el COVID-19 sintomático y en 100% para evitar las formas severas y la hospitalización, garantizando además que no aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos.
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Su vacuna es más barata y fácil de almacenar que otras, pero varios países la suspendieron temporalmente la semana pasada por casos aislados de coágulos sanguíneos. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la OMS la consideraron luego segura y eficaz, y el fármaco volvió a ser administrado en varios países.
La aplicación de la vacuna de Pfizer/BioNTech fue, por su parte, suspendida el miércoles “por precaución” por las autoridades sanitarias de Hong Kong y Macao debido a un problema en el envoltorio de un lote de viales. Aunque el defecto no ha sido especificado todavía, ambos territorios insisten en que no plantea riesgo de seguridad sanitaria.
Putin se vacuna
Tampoco llegan mejores noticias de Europa, donde Alemania decidió reforzar el confinamiento durante Semana Santa ante el aumento de contagios. La mayoría de comercios cerrarán y los oficios religiosos se cancelarán del 1 al 5 de abril.
En Francia, donde rigen nuevas restricciones, se abrirán 35 grandes centros de vacunación “en los próximos días” para acelerar el ritmo de las inyecciones, anunció el martes una ministra del gobierno de Emmanuel Macron, criticado por la lentitud de la campaña.
Holanda anunció que extenderá sus restricciones de coronavirus hasta el 20 de abril, y Ucrania reportó el mayor número de muertos desde el comienzo de la crisis, con 300 fallecimientos en 24 horas.
Reino Unido, en tanto, conmemoró este martes el aniversario del primer confinamiento con un “Día Nacional de Reflexión”, en el que el Parlamento homenajeó a los 126.000 muertos por el COVID-19.
Su Servicio Nacional de Salud (NHS), bajo presión por la pandemia, recibió una buena noticia: un cuadro del artista británico Banksy se vendió por un récord de 16,75 millones de libras (23,1 millones de dólares) en una subasta de Christie’s para recaudar fondos para el personal sanitario.
Y en Rusia, el presidente Vladimir Putin recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, informó un portavoz del gobierno. La pandemia se ha cobrado al menos 2,72 millones de vidas en el mundo, según un balance realizado por la AFP a partir de datos oficiales.
Fuente: AFP.