Vaticano aclara que la homosexualidad es “un pecado” y que no puede bendecir esas uniones
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El Vaticano aclaró que para la doctrina de la iglesia católica la homosexualidad es “un pecado” y que los sacerdotes no pueden bendecir esas uniones, en un texto divulgado este lunes por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La institución encargada de preservar el dogma católico, abordó el tema a través de una pregunta que muchos católicos se hacen: “¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?”. La respuesta de la institución fue tajante y clara: “Se responde negativamente”.
En un documento firmado por el cardenal Luis Ladaria, prefecto de la congregación, conocida en el pasado como el Santo Oficio de la Inquisición, se advierte que “en algunos ambientes eclesiales se están difundiendo proyectos y propuestas de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo”.
“No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo”, precisa el texto.
El documento recuerda que, para la Iglesia, “Dios nunca deja de bendecir a sus hijos”, pero “no bendice ni puede bendecir el pecado”, insiste la entidad. El texto fue aprobado por el papa Francisco, cuya posición sobre la homosexualidad resulta menos tajante. Hace cinco meses, Francisco aseguró en una entrevista que “las personas homosexuales tienen derecho a estar dentro a una familia” y que deberían tener derecho a estar cubiertos legalmente, lo que desató controversia.
Una frase que provocó la ira de los sectores más conservadores, entre ellos varios obispos y cardenales y a su vez elogios por parte de las asociaciones de defensa de los homosexuales, que consideraron histórica su apertura. El Vaticano precisó luego que Francisco no había cuestionado el dogma del matrimonio entre un hombre y una mujer y que se refería a las leyes adoptadas por los Estados.
Por primera vez, exrehenes israelíes de Hamás van a Roma donde el Papa los recibió
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El papa Francisco recibió el jueves en el Vaticano a 16 israelíes que permanecieron meses secuestrados en Gaza como rehenes del movimiento islamista Hamás, indicó la web oficial de noticias Vaticannews.
En el grupo había diez mujeres, cuatro hombres y dos niños, según la misma fuente.
Varios de los exrehenes mostraron al pontífice argentino pancartas o fotos de sus seres queridos que siguen cautivos.
Francisco ya recibió en abril de este año y en noviembre de 2023 a familiares de rehenes, pero esta es la primera vez que se reunió con personas que sufrieron en carne propia el cautiverio.
Desde que comenzó el conflicto entre Israel y Hamás, el papa reclamó en numerosas ocasiones la liberación inmediata de los rehenes israelíes, pero también denunció el sufrimiento de la población palestina.
La guerra se desencadenó el 7 de octubre de 2023, cuando milicianos islamistas atacaron el sur de Israel y mataron a 1.206 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251, según un balance de AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluyen a los rehenes muertos en cautiverio.
De los secuestrados, 97 siguen cautivos en Gaza, pero el ejército israelí estima que 34 de ellos murieron.
La ofensiva militar lanzada en respuesta por Israel ha matado al menos a 43.736 personas en la Franja de Gaza, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás.
El Vaticano presentó su primer informe sobre abusos en la Iglesia
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El Vaticano publicó este martes su primer informe sobre la protección de menores en la Iglesia, en el que pide agilizar la destitución de sacerdotes acusados de abusos sexuales y mejorar el acompañamiento de las víctimas.
La Comisión Pontificia para la Protección de Menores, órgano consultivo creado en 2014 por Francisco, debe en principio presentar cada año un informe sobre el tema. Presentado como una “primera etapa”, este esperado informe “documenta los riesgos que sigue habiendo y los avances que se pueden hacer en los esfuerzos de la Iglesia para proteger a los niños y a los adultos vulnerables”, indicó la Comisión el viernes.
En abril de 2022, el papa, al frente de una comunidad de 1.400 millones de católicos, pidió un informe a esta comisión para tener información “fiable de lo que ocurre y de lo que debe cambiar”. Los miembros de la comisión, nombrados directamente por el papa, son expertos religiosos y laicos en diversos ámbitos relacionados con la protección de las personas, como la educación, el derecho, la psicología, la psiquiatría o los Derechos Humanos.
La instancia fue integrada en 2022 en la Curia, pero ha sido objeto de duras críticas. “Verdad, justicia, reparaciones y reformas institucionales deben servir como punto de referencia y fundamento de nuestro trabajo”, indicó en el informe el presidente de la comisión, el cardenal Sean O’Malley.
“Acceso a la verdad”
Tras consultar a líderes religiosos y fieles en varios continentes, la comisión constató que la máxima prioridad es la exigencia de las víctimas de acceder a “la verdad”. La Iglesia debe “estudiar medidas que garanticen a todos el derecho a la información”, en particular “sobre las circunstancias y responsabilidades”, indicó el órgano.
La víctima necesita saber, por ejemplo, qué ha sido de su agresor, si no se lo va a encontrar en su parroquia local, en misa o en clases de catequesis. Para ello, la comisión sugiere crear una suerte de defensor del pueblo. También propone crear una “definición más uniforme de la vulnerabilidad” extrayendo enseñanzas de los testimonios de las víctimas.
En el marco de las auditorías, una de las víctimas se mostró sorprendida de que “la parte menos extenuante de todo el proceso fuera la agresión”. “Lo realmente terrible es cuando te atreves a denunciar, momento en el que el mundo empieza a derrumbarse sobre ti”, lamentó.
La comisión también considera necesario agilizar “los procedimientos de destitución” de los responsables eclesiásticos acusados en casos de pedocriminalidad. El informe indica que el proceso debe realizarse “cuando esté justificado”, pero no precisa si tiene que abrirse en caso de sospechas y denuncias o al final de un proceso judicial, sea canónico o civil.
Todos estos esfuerzos, resaltó la comisión, con importantes disparidades en las percepciones culturales dentro de las sociedades y dentro de la propia institución, obstáculos administrativos y falta de formación. En África, por ejemplo, la comisión constató que “la cultura de la protección es un concepto nuevo”, que requiere “sensibilización, información, formación y desarrollo de competencias”.
Llamados a más transparencia
En México, en cambio, “importantes barreras culturales” se interponen al imperativo de denunciar la violencia sexual y, por tanto, “constituyen un claro obstáculo al proceso de justicia”. Desde que fue nombrado en 2013, Francisco ha impulsado varias medidas contra la lacra de las violencias sexuales.
Entre ellas la eliminación del secreto pontificio, obligación de comunicar cualquier sospecha de agresión sexual o acoso, cualquier intento de tapar un incidente por parte de la jerarquía, enmienda de las sanciones penales.
Pero las asociaciones de víctimas consideran que las acciones emprendidas siguen siendo insuficientes, y critican que el clero no esté obligado a denunciar eventuales delitos ante la justicia civil, salvo si las leyes del país así lo estipulan. En cualquier caso, el secreto de confesión sigue siendo total.
“Se debe poner en marcha una verdadera tolerancia cero en todo el mundo”, dijo en abril a AFP Anne Barret Doyle, codirectora de la oenegé estadounidense Bishop Accountability, que documenta casos de violencia sexual dentro de la Iglesia. Según ella, cualquier cura “acusado de forma creíble de haber agredido a un niño o a un adulto debe ser excluido definitivamente del ministerio público”.
Otra prioridad sería, afirma, “publicar los nombres y los detalles de los casos de sacerdotes que la Comisión juzgue culpables de agresión sexual”. “La responsabilidad empieza por divulgar la información”, agregó, considerando que “el papa Francisco demostró una aversión total por la transparencia”.
El Vaticano definió la publicación de este informe como el primer paso de un proceso de recopilación de datos y elaboración de informes dentro de la Iglesia católica. Foto: AFP
El Vaticano presentará su primer informe anual sobre la capacidad de respuesta ante abusos
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La Pontificia Comisión para la Protección de los Menores del Vaticano presentará este martes su primer informe anual sobre el impacto de las políticas y procedimientos de prevención de abusos en la Iglesia, en el que se identificarán aquellas medidas que han resultado triunfantes en la estrategia de salvaguardia de menores y adultos vulnerables en los espacios eclesiásticos, pero se pondrán en evidencia también las lagunas que deja el sistema.
Según anunció este departamento del Vaticano, este informe será presentado por el presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, el cardenal Seán Patrick O’Malley; el miembro de la Comisión y presidenta del Informe Anual, Maud De Boer Buquicchio; el secretario de la Comisión, el obispo Luis Manuel Alí Herrera, y la secretaria adjunta de la Comisión, Teresa Kettelkamp.
“Nuestro objetivo es elaborar un informe anual con un compromiso de transparencia y rendición de cuentas, en solidaridad con las víctimas y los supervivientes de todo el mundo”, señaló O’Malley.
El departamento del Vaticano definió la publicación de este informe como el primer paso de un proceso de recopilación de datos y elaboración de informes dentro de la Iglesia católica, que comenzó por una petición expresa del papa formulada en abril de 2022. En este sentido, su publicación se enmarca en la voluntad de Francisco de adoptar prácticas más transparentes en los procesos de rendición de cuentas.
La responsable última del informe, De Boer-Buquicchio, nombrada en 2021, trabajó en varias organizaciones internacionales como secretaria general adjunta del Consejo de Europa de 2002 a 2012, y como relatora especial de la ONU sobre la explotación sexual de los niños de 2014 a 2020.
Falta de datos disponibles
Sobre el informe comentó cómo en su elaboración han podido explorar “muchas de las preocupaciones sobre la falta de datos disponibles”. “El informe anual es una herramienta para promover un cambio de mentalidad en la Iglesia que adopte la responsabilidad y la transparencia”, añadió. “El informe anual es una herramienta para promover este proceso de conversión pastoral”, valoró.
El también miembro de la comisión Benyam Dawit Mezmur, profesor de Derecho en la Universidad de Western Cape en Ciudad del Cabo, Sudáfrica y miembro del Comité de los Derechos del Niño de la ONU durante los últimos 12 años, destacó por su parte que una revisión de la Santa Sede realizada en 2013 por la comisión de la ONU reveló varias cuestiones críticas.
En ese sentido indicó “la necesidad de contar con una base de información sólida, la importancia de tener buenas prácticas y el papel que las intervenciones a nivel local pueden desempeñar realmente para prevenir, pero también para abordar los casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia”.
“El Informe anual piloto contribuye realmente de forma significativa a abordar algunas de estas cuestiones”, afirmó a este respecto el profesor Mezmur. “Será un proceso, y ese proceso de información contribuirá inevitablemente de forma significativa a proporcionar intervenciones que puedan reproducirse en diferentes partes del mundo con vistas a prevenir y abordar la violencia sexual y los abusos sexuales en el seno de la Iglesia”, concluyó.
Cinco latinoamericanos aparecen entre los futuros 21 nuevos cardenales
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El papa Francisco anunció este domingo la creación de 21 nuevos cardenales en todo el mundo, cinco latinoamericanos, que serán nombrados durante un consistorio el próximo 8 de diciembre. “Me complace anunciarles que el 8 de diciembre celebraré un consistorio para el nombramiento de nuevos cardenales”, declaró el Papa durante el rezo semanal del Ángelus. “Su procedencia expresa la universalidad de la Iglesia y (...) manifiesta el vínculo inseparable entre la Sede de Pedro y las Iglesias particulares esparcidas por el mundo”, añadió el pontífice, de 87 años.
Los cinco latinoamericanos son el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, el de Santiago del Estero y primado de Argentina, Vicente Bokalic, el de Guayaquil, Luis Gerardo Cabrera Herrera, el de Santiago de Chile, Fernando Chomalí, y el de Porto Alegre (Brasil), Jaime Spengler. Castillo, considerado progresista, fue nombrado arzobispo de Lima en 2019 por el papa Francisco en 2019 en reemplazo del ultraconservador cardenal Juan Luis Cipriani. Es discípulo de sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, fundador de la Teología de la Liberación.
Bokalic, hijo de padres eslovenos emigrados a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial, fue nombrado obispo de Santiago del Estero en 2013 por el papa Francisco, que el pasado mes de julio elevó esa diócesis a sede primada de Argentina y a él le otorgó el rango de primado. Por su parte, Cabrera es arzobispo de Guayaquil desde 2015 y previamente fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Chomalí es arzobispo de Santiago de Chile desde 2023, tras ejercer desde 2011 como arzobispo de Concepción. Spengler está al frente del arzobispado de Porto Alegre desde 2013.
Italia se llevará la mayor parte con cuatro nuevos cardenales, aunque sólo tres podrán votar en las elecciones por el sucesor de Francisco, ya que el cuarto ya ha superado el límite de edad para poder votar por el Papa. Los demás provienen de países tan diversos como Indonesia, Japón, Serbia, Canadá, Filipinas, India, Bélgica o Ucrania. Este último, Mykola Bychok, nacido en Ternópil (oeste de Ucrania), actualmente arzobispo de Melbourne (Australia), será el más joven de los nuevos cardenales, con 44 años.