El estado de Sao Paulo anunció este jueves la imposición de un toque de queda nocturno y la suspensión de torneos deportivos para enfrentar “el momento más crítico” de la pandemia de coronavirus, que ya dejó más de 277.000 muertos en Brasil.

Esas medidas, que regirán del 15 al 30 de marzo, se inscriben en la ‘Fase de emergencia’ anunciada en una rueda de prensa por el gobernador paulista, Joao Doria. Esa fase es más estricta que la ‘Fase Roja’, en vigor desde el fin de semana pasado, e incluye la imposición de un toque de queda entre las 20:00 y las 5:00 y la prohibición del uso de parques y playas.

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Las oficinas, de organismos públicos y privados, deberán trabajar a distancia. Las clases no se prohibieron, pero las autoridades pidieron reducirlas al mínimo imprescindible. El secretario de Salud de Sao Paulo, Jean Gorinchteyn, explicó que el endurecimiento se debió al preocupante aumento de ocupación de camas de unidades intensivas en el estado más rico y poblado del país (46,2 millones de habitantes).

“Con la aceleración de la pandemia, que acomete de forma despiadada a una cantidad mayor de personas en menos tiempo, nuestros hospitales están empezando a verse comprometidos, con 100% de ocupación en varios de ellos”, detalló. La ocupación promedio es de 87,6%.

La suspensión de actividades deportivas afecta al ‘Paulistao’, que lleva disputadas tres de las 12 jornadas de la fase de grupos. Los entrenamientos, sin embargo, serán permitidos. El ‘Paulistao’ ya fue suspendido el año pasado entre marzo y julio. El torneo nacional (Brasileirao), que concluyó el mes pasado, tuvo que atrasar su inicio de mayo a agosto de 2020.

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La pandemia está en una fase de aceleración en todo Brasil, con más de 1.600 muertos diarios en promedio semanal. Sao Paulo es el estado que cuenta con mayor número de muertos (62.570), aunque en términos relativos está menos afectado que Rio de Janeiro, Amazonas o Brasilia.

El gobernador Doria, partidario de las medidas de aislamiento, se enfrenta desde el inicio de la pandemia con el presidente brasileño Jair Bolsonaro, que las critica por sus impactos económicos. La falta de coordinación nacional y la lentitud de la campaña de vacunación favorecieron la propagación del COVID-19, así como el surgimiento de una variante amazónica, más contagiosa, estiman los expertos.

Fuente: AFP.

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