Hartazgo de los partidos tradicionales, capitalización del descontento popular y enfrentamiento a la pandemia. Estos tres factores parecen haber dado al presidente Nayib Bukele la mayoría legislativa, un empuje para consolidar su poder en El Salvador.
A continuación, algunas claves para entender por el triunfo de Bukele, un “millennial” de 39 años activo en las redes sociales y catalogado de autoritario por sus adversarios.
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1.- El poder de Bukele con mayoría legislativa
De los 84 escaños en la Asamblea Legislativa, las estimaciones del gobierno es que podrían ganar 60. Ello se sabrá en los próximos días, cuando finalice el conteo oficial de votos tras la elección del domingo.
Una mayoría calificada, con más de 56 escaños, además de las funciones habituales de aprobar leyes, permite ratificar préstamos, elegir magistrados de la Corte Suprema de Justicia, al fiscal general, magistrados del Tribunal Supremo Electoral y procuradores.
También podrá aprobar deuda del presupuesto, superar vetos, suspender y restablecer las garantías constitucionales, así como decrelar guerra o calamidad pública. Desde el fin de la guerra civil (1992), ningún presidente había alcanzado ese poder.
2.- El descontento capitalizado
Para el director del Centro de Investigación de la Opinión Pública de la Universidad Tecnológica (UTEC), Francisco Zepeda, más allá del pedido de Bukele a votar por sus aliados, ocurre que “la gente está descontenta realmente con los partidos tradicionales que gobernaron el país durante tantas décadas”.
Zepeda cree que la población se volcó para que el caudal de votos reflejara el castigo a la derechista Arena y a la exguerrilla FMLN, a través del apoyo a Nuevas Ideas, que competía por primera vez.
“El hartazgo hacia los partidos tradicionales fue aprovechado por Nuevas Ideas para crear la ilusión de esperanza sobre un cambio en la transformación de la conducción del país”, comentó por su parte la directora del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (UCA), Laura Andrade.
3.-Programas de asistencia
Zepeda cree que ha ocurrido una migración de votos desde los partidos tradicionales porque la gente ha votado por la inconformidad, una opinión que también comparte Andrade.
Además, la población tuvo claro que la agrupación Nuevas Ideas estaba en el gobierno, que entregó bonos de 300 dólares, de la mano de un programa de asistencia por la pandemia. En las encuestas se percibía esta influencia, recuerda Zepeda. También hubo entrega de computadoras a los estudiantes de escuelas públicas, justamente una semana antes de las elecciones.
4.- Las pandillas y las FFAA
Bukele tiene en su carta de presentación la lucha contra las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS-13), esta última declarada como banda terrorista por Estados Unidos. El Salvador estaba considerado hasta 2019 como uno de los países sin guerra más violentos del mundo, pero Bukele logró bajar la tasa de homicidios.
Tiene como aliado a las Fuerzas Armadas, tanto para llevar alimentos a familias afectadas por la pandemia, como para que le escolten al Parlamento, controlado entonces por la oposición, y pedir que se apruebe un préstamo para un plan de seguridad de su gobierno.
La investigadora independiente en temas de seguridad y violencia para diferentes organismos internacionales, Jannet Aguilar, cree que el publicitado plan antipandillas “Control Territorial” tuvo su impacto en los electores.
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“Sin duda ha contribuido de forma importante al triunfo de Nuevas Ideas. Control territorial y reducción de homicidios fueron publicitados como los logros más importantes de la gestión”, considera.
“La participación de la Policía y de las Fuerzas Armadas hace mucho tiempo dejó de ser apolítica, ahora tiene un reposicionamiento”, resume Andrade por su parte. Pero el ministro de la Defensa, Francis Merino, aclara que “la Fuerza Armada es una institución con roles múltiples y que es de mucho apoyo para cumplir con muchas tareas del gobierno que están reguladas en la Constitución”.
La administración del nuevo presidente de estados Unidos, Joe Biden, ha expresado sus diferencias con Bukele, un aliado del exmandatario Donald Trump,
5.- El liderazgo y el apoyo
“El presidente Bukele no tiene compromiso con ningún sector, ni político, ni económico, ni social. Las Fuerzas Armadas están con el presidente, la Policía Nacional Civil está con el presidente, ahora la Asamblea Legislativa va a estar con el presidente”, considera Zepeda.
Fuente: AFP.