Miles de personas se movilizaron este sábado en distintas ciudades de Argentina para protestar por las “vacunaciones de privilegio” contra el COVID-19, un escándalo que le costó el puesto al exministro de Salud del gobierno de Alberto Fernández.
Con banderas celestes y blancas, los manifestantes se concentraron en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno en Buenos Aires, y en otras ciudades como Córdoba (centro), Rosario (centro-este) y Mar del Plata (sur).
“Basta de despilfarrar nuestra plata”, “Devuélvanme mi vacuna”, “Que se vayan todos”, se leía en carteles escritos por los manifestantes.
Las marchas se desarrollaron sin incidentes, excepto frente a la residencia oficial de Olivos (periferia norte), donde hubo roces entre entre opositores y un grupo de sindicalistas apostados allí desde temprano en defensa del gobierno.
“Han empezado a vacunar a los amigos del poder. No corresponde. Roban la vida a una persona”, afirmó a la AFP Irene Marcet, una de las manifestantes que acudió a la Plaza de Mayo.
Un comentario realizado la semana pasada en la radio por el periodista Horacio Verbitsky, de 79 años, -quien contó que había sido vacunado contra el coronavirus en la sede del Ministerio de Salud, gracias a su amistad con el por entonces jefe de esa cartera, Ginés González García-, desató la reacción de los opositores.
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El reconocido periodista fue inoculado pese a que en la ciudad de Buenos Aires, donde vive, solo se vacunaba a los agentes de salud y a mayores de 80 años.
En las protestas participaron altos dirigentes de Juntos por el Cambio -la coalición que responde al exmandatario Mauricio Macri (2015 y 2019)-, entre ellos la titular del PRO (Propuesta Republicana, derecha), la exministra de Seguridad Patricia Bullrich.
“Que hayan vacunado a la gente que no corresponde, por edad o por cercanía del poder, no me sorprende porque es propio de esta gente”, criticó Angel Scodpa, otro manifestante.
En las rejas frente a la Casa Rosada, los congregados colgaron enormes bolsas mortuarias negras con nombres de dirigentes oficialistas vacunados. Estos actos fueron condenados por el presidente argentino.
“La forma de manifestarse en democracia no puede ser exhibir frente a la Casa Rosada bolsas mortuorias con nombres de dirigentes políticos. Esta acción lamentable solo demuestra cómo muchos opositores conciben la República. No callemos ante semejante acto de barbarie”, tuiteó Fernández.
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A raíz del escándalo de las vacunas, el presidente pidió la renuncia al ministro Ginés González García, un reconocido especialista en salud pública, que fue reemplazado por Carla Vizzotti, hasta entonces segunda de la cartera.
Fernández ordenó publicar una lista de 70 inoculados fuera del protocolo, la mayoría de ellos por ser “personal estratégico” del Estado, aunque algunos sin justificar. El episodio de las vacunas asestó un golpe a la imagen del gobierno, que esperaba exhibir su plan de vacunación como un logro, acompañado por la reactivación económica.
Algunos analistas consideran, de todas maneras, que habrá que esperar para medir el impacto en la percepción del gobierno.
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“Es muy temprano para saber. Depende de la seriedad de su reacción . Si consigue 30 millones de vacunas, esto será una anécdota. Si no, será un agravante”, opinó Andrés Malamud, investigador principal de la Universidad de Lisboa.
En este marco, Fernández dará el lunes el discurso de apertura del año parlamentario ante la Asamblea Legislativa, clave en la definición de las líneas políticas en un año con elecciones de medio tiempo y atravesado aún por la pandemia del coronavirus.
Organizaciones sociales y sindicales convocaron a una movilización en el Congreso en respaldo al gobierno, pero el presidente pidió este sábado por Twitter que eviten las aglomeraciones por la pandemia.
“Les pido que sigamos dando el ejemplo y que esta vez cada uno siga mi mensaje en forma remota”, tuiteó.
Con 44 millones de habitantes, Argentina registra más de dos millones de casos y cerca de 52.000 muertos por coronavirus. Un millón de personas fueron ya inoculadas, informó el gobierno que distribuye las vacunas entre las provincias, encargadas de la aplicación.
En un contexto mundial de dificultades para obtener los inmunizantes, Argentina ha recibido 1.220.000 dosis de Sputnik V, además de unas 580.000 dosis de Covishield, del instituto indio Serum, y 904.000 vacunas del laboratorio chino Sinopharm, que comenzó a distribuir este fin de semana.
Fuente: AFP.