Menos de tres semanas después de dejar la Casa Blanca, Donald Trump vuelve este martes al centro de la escena política estadounidense con el comienzo en el Senado de su histórico juicio político por “incitación a la insurrección” en el violento ataque al Congreso.

Acusación “absurda” versus pruebas “abrumadoras”: los abogados del expresidente republicano y los legisladores demócratas que lideran la acusación ya han dejado claro cuál será el tono de los intercambios durante el proceso, que comienza a las 13:00 locales (18:00 GMT) en el mismo hemiciclo en el que irrumpieron los seguidores de Trump el 6 de enero. En un caso extraordinario, los 100 senadores que harán de jurados fueron también los testigos y víctimas del ataque.

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Las fuertes imágenes de esos momentos y el discurso de Trump ante sus seguidores momentos antes de que estos irrumpieran en el Capitolio serán parte central de la acusación. Al exterior del edificio, las inéditas medidas de seguridad recuerdan la violencia y el impacto generado por el asalto.

El multimillonario, que reside ahora en Florida, no se presentará en el proceso, y no duda de que al final del mismo resultará absuelto. La Constitución exige una mayoría de dos tercios para un veredicto de culpabilidad. Y aunque senadores republicanos han criticado el rol del ahora expresidente en el violento episodio, parece poco probable que 17 de ellos se unan a los 50 demócratas para condenar a Trump, aún muy popular entre las bases de su partido.

Pero ambos campos sí tienen algo en común: todos quieren ir rápido, por lo que una votación final podría tener lugar a comienzos de la próxima semana. Los republicanos porque no quieren abundar en un caso que divide a sus filas; los demócratas porque quieren que la atención del Senado vuelva rápidamente a concentrarse en su prioridad: la aprobación de los candidatos y proyectos del presidente Joe Biden.

Al presentarse como un elemento unificador de un país dividido, Biden ha optado por tomar distancia de este proceso. El presidente “no pasará mucho tiempo viendo las audiencias”, insistió el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Segundo juicio político contra Trump 

Un debate jurídico sobre la constitucionalidad del proceso será abordado el martes en la apertura del juicio: cada campo tendrá dos horas para presentar sus argumentos y los senadores votarán luego para decidir si son competentes para juzgar a Trump. Este punto está en el centro de los argumentos de los abogados de Trump, David Schoen y Bruce Castor, para quienes resulta “absurdo y anticonstitucional lanzar un proceso de destitución contra un ciudadano común”. Un argumento que ha sido repetido por numerosos senadores republicanos.

“Estas últimas semanas, la derecha ha buscado un refugio, una manera de oponerse a la condena de Donald Trump sin tener que emitir un juicio sobre su conducta, para evitar poner en su contra a los partidarios del presidente, mientras evita justificar su conducta evidentemente despreciable, antipatriótica y antidemocrática”, dijo el lunes el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Es la primera vez que un expresidente estadounidense es sometido a un procedimiento de destitución. El 13 de enero, el republicano se convirtió en el primer mandatario en ser acusado por segunda vez por la Cámara de Representantes, tras un primer proceso por “abuso de poder” en el que fue acusado de presionar a Ucrania para investigar a Biden y a su hijo y del que fue absuelto a comienzos de 2020.

En argumentos presentados el lunes, los demócratas que lideran la acusación aseguraron que existen “pruebas abrumadoras” de la culpabilidad del exmandatario, responsable según ellos del “delito constitucional más grave jamás cometido por un presidente estadounidense”.

Recuerdan cómo Trump se negó a reconocer su derrota ante Biden, denunciando -sin ninguna prueba- fraudes electorales “masivos”. Y también su largo discurso ante miles de seguidores reunidos el 6 de enero en Washington, mientras los legisladores estaban reunidos en el Capitolio para certificar formalmente la victoria del demócrata. “Nunca recuperarán nuestro país siendo débiles. Tienen que mostrar fuerza”, dijo a la multitud reunida ante la Casa Blanca, antes de llamarles a manifestarse frente al Capitolio para “hacer escuchar su voz de manera pacífica y patriótica”.

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“Para sus abogados, “Trump no ha exhortado a ninguna persona a cometer actos ilegales”. Y es “simplemente absurdo” argumentar que el expresidente de alguna manera invocó a una turba para cometer un crimen violento, por lo que quienes atacaron el Congreso lo hicieron por su propia cuenta, según un documento con sus argumentos presentado el lunes.

Fuente: AFP.

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