Un cargamento de oxígeno enviado por Venezuela a Manaos, ciudad castigada por una nueva ola de la pandemia de COVID-19 en Brasil, cruzó este lunes la frontera binacional, informó a la AFP una fuente familiarizada con el asunto. El convoy espera luz verde de las autoridades fronterizas para seguir su camino, agregó la fuente.
Se trata de una caravana de camiones cargados con 136.000 litros de oxígeno destinados a Manaos (estado de Amazonas, norte) después del colapso de los hospitales por la explosión de casos de coronavirus en esta población de 2,2 millones de habitantes, según el gobierno de Nicolás Maduro, desconocido por la administración del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.
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El cónsul de Venezuela en Boa Vista, en el fronterizo estado de Roraima, Erick Gana, dijo a la televisión estatal venezolana que está previsto que el oxígeno llegue la madrugada del martes a la capital amazonense.
“Va a llegar directamente a Manaos” para ser distribuido en centros de salud, aseguró el diplomático vía telefónica al canal VTV, que difundió videos de los camiones en la carretera.
Una segunda ola de COVID-19 en Brasil, donde el virus ha dejado más de 210.000 muertos, desbordó los hospitales del estado de Amazonas y agotó prácticamente sus reservas de oxígeno.
Bolsonaro, que califica a Maduro de “dictador” y desconoce su reelección en 2018 en unas votaciones denunciadas como fraudulentas por la oposición venezolana, se mostró dispuesto a recibir la carga.
“Si Maduro nos quiere suministrar oxígeno, podemos recibirlo sin ningún problema; pero podría dar ayuda de emergencia a su gente también, el salario mínimo allí (en Venezuela) no es que compre 1.000 kilos de arroz”, dijo este lunes el gobernante de ultraderecha a simpatizantes concentrados afuera de la residencia oficial de Alvorada.
Maduro dijo por su parte el domingo que la situación en Manaos era un “escándalo”. “Venezuela ha extendido su mano solidaria al pueblo de Amazonas (...), aspiramos con la celeridad que se ha tomado este tema, que llegue pronto este oxígeno para el pueblo de Brasil”.
Venezuela enfrenta la peor crisis económica de su historia moderna, con hiperinflación y siete años de recesión, lo que ha impactado en su propio sistema de salud, afectado por escasez de insumos médicos y material de protección para el COVID-19.
Jaime Lorenzo, miembro de la ONG Médicos Unidos Venezuela, explicó a la AFP que el oxígeno no ha escaseado en los hospitales, pero que la infraestructura para atender problemas respiratorios es precaria. Hay pacientes en regiones fronterizas como Táchira, sin embargo, que han debido acudir al mercado negro para comprar oxígeno.
Fuente: AFP.