El laboratorio P4 de la ciudad de Wuhan en China ha sido desde el inicio de la pandemia del COVID-19 sindicado como el lugar desde donde se originó o se diseminó el virus que ha copado a todo el planeta. En este mismo lugar, la eliminación masiva y alteración de información en la base de datos online del centro científico chino reafirma los temores que este país está tratando de borrar o de ocultar información sobre el origen del virus.
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Fueron eliminados datos que incluyen el riesgo de infección entre especies de murciélagos con coronavirus similares al COVID-19, además de datos relevantes sobre patógenos humanos transportados por esos murciélagos.
Para agregar mayores sospechas a la actitud de los chinos, en el Instituto de Virología de Wuhan, solo días antes que la OMS fuera informada sobre el brote de la nueva cepa de coronavirus, comenzó a alterar su base de datos de patógenos virales.
Estudios sobre murciélagos
También se eliminaron términos que conectan a la base de datos con el brote. También desaparecieron 300 estudios sobre murciélagos realizados por Shi Zengli, la viróloga china apodada “la mujer murciélago”, y quien es la persona que más conoce sobre el coronavirus.
Los datos secretos expuestos en línea parecían más bien exponer un catálogo de encubrimiento y errores que ocultaban la verdadera escala de la enfermedad que desde fines del 2019 a la fecha ya ha matado a más de 1,8 millones de seres humanos en todo el mundo.
China oculta evidencias
George Iain Duncan Smith, un político británico del Partido Conservador, dijo que “China claramente está tratando de ocultar evidencias. Se tiene que investigar de manera exhaustiva todo esto, pero el gobierno chino está haciendo todo lo posible por evitarlo”. Los investigadores de la Organización Mundial de la Salud no pudieron entrar a China hace unos días, lo que aumenta la sospecha del encubrimiento chino al origen real del virus.
Los estudios realizados y publicados por la Fundación de Ciencias Naturales de China, todos ellos sobre las enfermedades que se transfieren de animales a seres humanos, han desaparecido, informó el diario británico Daily Mail. Estos trabajos fueron en parte realizados por Shi Zengli, la viróloga china de 56 años y que para la comunidad científica internacional es la que más sabe del COVID-19.
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