El poderoso sector agrícola argentino inició este lunes 72 horas de protestas en los que deja de comercializar granos en rechazo a la suspensión de las exportaciones de maíz, pese a que a último minuto el gobierno autorizó ventas limitadas al exterior.

El Ministerio de Agricultura anunció en un comunicado la medianoche del domingo que dejó “sin efecto provisionalmente la medida de suspensión de registro de exportaciones” de maíz hasta el 1 de marzo, aunque con un límite de 30.000 toneladas diarias, cerca de 1,5 millón de toneladas hasta el 28 de febrero.

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“La medida de fuerza continúa. Lo que resolvió el gobierno ayer (domingo) es lo que pedíamos, pero no con una limitante de 30.000 toneladas por día”, afirmó a radio El Destape Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria, una de las tres entidades de productores que lanzó el llamado ‘paro agrario’, consistente en el cese de comercialización de granos.

Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), rechazó “la idiosincrasia intervencionista” de la medida gubernamental. “Comenzamos el paro y se está desarrollando. Esta resolución (del ministerio) salió después de la medianoche pero nosotros necesitamos la eliminación total”, advirtió.

Abastecer al mercado interno

El 1 de enero, el Ministerio de Agricultura suspendió temporalmente el registro de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior de maíz por 60 días (hasta el 1 de marzo) con el fin de asegurar el abastecimiento del mercado interno en medio de una alta inflación.

Según el gobierno, la restricción sobre el maíz, insumo clave en varias industrias alimentarias, se aplica cuando ya ha sido exportado el 89% de la producción y resta un saldo exportable de unos cuatro millones de toneladas. Las entidades agrarias aseguran que ese saldo alcanza 8,5 millones de toneladas.

La reapertura parcial de las exportaciones se logró en negociaciones durante el fin de semana con el Consejo Agroindustrial Argentino, que reúne más de 50 organizaciones del sector industrial, de comercialización, exportación, además de productores agrícolas.

“Hay 10 millones de toneladas (de maíz) y se necesitan un millón y medio para consumo interno. El abastecimiento es lo primero que tiene que estar garantizado, pero no por eso tiene que cerrarse la exportación”, advirtió Achetoni.

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Argentina es uno de los principales productores mundiales de alimentos y es el tercer exportador de maíz, detrás de Estados Unidos y Brasil. Los productores consideran que para bajar el precio del producto en el mercado interno, el gobierno debería subsidiarlo con parte del impuesto de 12% que ya se aplica a las exportaciones del cereal.

En el marco de una recesión de casi tres años agravada por la pandemia del coronavirus, Argentina depende de sus exportaciones agrícolas para obtener divisas pero a la vez enfrenta una inflación de 30,9% entre enero y noviembre de 2020.

Los precios del maíz han venido en un fuerte aumento en los últimos días. En el mercado de Chicago, el bushel de maíz (alrededor de 25 kg) para entrega en marzo terminó el viernes en 4,9625 dólares desde los 4,8375 del lunes, un alza semanal de 2,58%.

Fuente: AFP.

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