La reina Isabel II y su esposo fueron vacunados contra el coronavirus este sábado, algo que hará el papa Francisco la semana próxima, dos ejemplos de personas en edad de riesgo que deciden dar el paso, ante las reticencias y desconfianzas.
El primer ministro indio, Narendra Modi, anunció que su país, de 1.300 millones de habitantes, iniciaría dentro de una semana una de las mayores campañas del mundo contra el COVID-19, para inmunizar a 300 millones de personas.
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En el Reino Unido, que superó este sábado la cifra de 80.000 fallecidos, 1,5 millones de personas ya recibieron su primera inyección de la vacuna. La reina Isabel, de 94 años, y su esposo, el príncipe Felipe, de 99 años, están confinados en el castillo de Windsor, cerca de Londres.
La soberana recibió la vacuna y decidió anunciarlo públicamente “para evitar inexactitudes y posibles rumores”, indicó la agencia de prensa británica PA. El Reino Unido, el país más afectado en Europa, hace frente a una explosión de contagios imputada a una variante del virus que sería más contagiosa, y en Londres los hospitales corren el riesgo de verse saturados de enfermos.
También el papa Francisco (84 años) anunció este sábado que se vacunará “la semana que viene”, e insistió en que “hay que hacerlo”, criticando “un un negacionismo suicida que no consigo explicar”.
El viernes, Irán anunció que prohibiría la importación de vacunas fabricadas en Estados Unidos y Gran Bretaña, porque no se fía. El tuit del anuncio del líder máximo del país, el ayatolá Alí Jamenei, fue censurado este sábado por Twitter.
En Francia, conocida por la desconfianza de su población frente a las vacunas, un estudio reveló que de 1.200 médicos entrevistados, solo el 47% se declaró “seguro” de que iban a recibir la inyección.
Proliferación de nuevas cepas
Entretanto, Estados Unidos registró el viernes más de 290.000 contagios en 24 horas, según la Universidad Johns Hopkins, y es a día de hoy el país más enlutado por la pandemia, con más de 368.000 muertos y casi 22 millones de contagiados.
Se detectaron al menos 63 casos de la cepa británica en ocho estados de ese país, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Tanto la variante de coronavirus aparecida en el Reino Unido como otra detectada en Sudáfrica están suscitando gran preocupación en todo el mundo, por ser mucho más contagiosas.
De la cepa sudafricana, se detectaron al menos cuatro casos en Israel, anunció su ministerio de Salud. Con todo, el laboratorio alemán BioNTech dio un mensaje tranquilizador al afirmar que la vacuna que elaboró con el gigante estadounidense Pfizer es efectiva contra una “mutación clave” de esas nuevas variantes. En España, la campaña de vacunación proseguirá a pesar de las intensas nevadas, informaron las autoridades.
Más de 1,9 millones de muertos
La pandemia ha dejado más de 1,9 millones de fallecidos y casi 89 millones de contagiados en todo el mundo desde su aparición en China a finales de 2019, según un balance de la AFP realizado con datos oficiales este sábado.
Entre los enfermos curados, más de tres cuartos de los que tuvieron que ser hospitalizados siguen padeciendo al menos un síntoma del COVID-19 seis meses después de haberse contagiado, según un estudio publicado este sábado en la revista The Lancet.
En Asia, las autoridades chinas endurecieron las restricciones de movimiento en dos ciudades aledañas a Pekín para erradicar un foco de contagios. Esas restricciones, que afectarán durante una semana a cerca de 18 millones de personas en Shijiazhuang y Xingtai, se producen antes del Año Nuevo chino, cuando se efectúa muchos desplazamientos.
China indicó este sábado que ya había administrado nueve millones de dosis de su vacuna contra el COVID-19. En Australia, la tercera ciudad del país, Brisbane, comenzó este sábado su primer día de confinamiento, decretado tras el descubrimiento de un primer caso de la variante británica de COVID-19.
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Los números que llegan de América Latina y el Caribe también son preocupantes. La región supera los 526.000 fallecidos y los 16,3 millones de contagios. Brasil, el segundo país más enlutado del mundo por el COVID-19 -por detrás de Estados Unidos-, con más de 201.000 fallecidos, pidió una autorización de uso de emergencia de la vacuna china CoronaVac y de la de AstraZeneca/Oxford, las primeras que se realizan en este país.
Hasta ahora, México, Costa Rica, Chile y Argentina son los países que empezaron a vacunar en la región. México, que registró por segundo día consecutivo un récord de contagios (14.362), prolongó el estado de alerta sanitaria y anunció que mantendrá suspendidas las actividades no esenciales.
Argentina decidió restringir las actividades nocturnas y la circulación de personas, ante la aceleración de las infecciones. Desde marzo, el país ha registrado más de 44.000 muertos.
En Bolivia, donde este sábado se empezaron a efectuar test rápidos de forma masiva y gratuita, el gobierno anunció que las clases comenzarán de manera virtual el próximo 1 de febrero. La víspera, el país registró un récord de infecciones diarias (2.263).
Llamado de la OMS
Mientras se acelera la carrera por inmunizar a las poblaciones contra el coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los países ricos a dejar de firmar “acuerdos bilaterales” con los laboratorios que producen las vacunas.
“El 50% de los países de altos ingresos están vacunando ahora”, dijo Bruce Aylward, consejero de la OMS. “Un 0% de los países de bajos ingresos están vacunando. No es equitativo”.
Esas declaraciones llegan justo cuando la Unión Europea (UE) concluyó un acuerdo con Pfizer/BioNTech para duplicar su contrato de precompra, pasando de 300 millones a 600 millones de dosis. En este momento, con las compras confirmadas, la UE puede vacunar a 380 millones de ciudadanos, es decir el 80% de su población, según cálculos de Bruselas.
Fuente: AFP.