China confinó dos ciudades al sur de Pekín en las que suspendió el transporte y prohibió la salida de millones de residentes, en un intento de evitar el mayor brote de COVID-19 en el país en seis meses. Desde su aparición del virus en Wuhan a finales del 2019, las autoridades chinas lograron frenar la pandemia y controlar los pequeños brotes gracias a test masivos, confinamientos locales y restricciones de movimiento.

Pero en la última semana se registraron en la provincia de Hebei, en el norte de China, 127 nuevos casos de COVID-19, además de otras 183 infecciones asintomáticas. La provincia reportó el viernes 33 nuevos casos confirmados de la enfermedad, además de los 51 del día anterior, elevando el total diario nacional a la cifra más alta desde julio.

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La gran mayoría se detectaron en Shijiazhuang, una ciudad de varios millones de habitantes, que sumando su periferia representa una población de 11 millones. En la ciudad vecina de Xingtai, donde viven 7 millones de personas, se registraron nueve casos. Los residentes de Shijiazhuang y Xingtai tienen prohibido salir a menos que sea absolutamente necesario, anunciaron el viernes las autoridades de Hebei.

Control estricto

También prometieron “controlar estrictamente el movimiento de personas y vehículos” y todas las urbanizaciones tendrán que estar bajo “gestión cerrada”, un eufemismo para hablar de confinamiento. Los residentes de Hebei también tienen prohibido entrar en Pekín o salir de la provincia a menos que sea absolutamente necesario.

Los habitantes de cuatro ciudades de Hebei y quince condados de los alrededores de Pekín deben presentar un resultado negativo de COVID-19 en las 72 horas antes de poder entrar en la capital, así como una prueba de que tienen una dirección o un lugar de trabajo allí.

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“El brote fue importado del extranjero, pero los orígenes exactos están siendo investigados en profundidad por expertos estatales, provinciales y municipales”, dijo Li Qi, responsable del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Hebei, en una rueda de prensa el viernes.

Li añadió que el brote se concentra en el distrito de Gaocheng, en Shijiazhuang, y que otras infecciones en la provincia estaban relacionadas con ese brote. Las autoridades chinas suelen relacionar los brotes recurrentes en el país con cepas del virus que circulan en el extranjero, sugiriendo que habrían vuelto a llegar a China con el retorno de viajeros o en envases contaminados de alimentos importados.

Fuente: AFP.

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