El presidente argentino Alberto Fernández anunciará este jueves la restricción nocturna en todo el país ante el aumento de casos de COVID-19, por lo que se prohibirá la circulación comunitaria en determinados horarios. La medida comenzará a regir a partir de este viernes. A pesar de que aún no existe confirmación oficial, se estima que el “toque de queda sanitario” comience a las 23:00 y finalice a las 6:00.
Varias provincias de Argentina resolvieron reimponer desde este martes restricciones al movimiento de la población para frenar los contagios de COVID-19 que han mostrado un sostenido aumento en las últimas semanas en todo el territorio, informaron autoridades.
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Chaco, Formosa, La Pampa y Santiago del Estero anunciaron limitaciones de circulación nocturna y restricción de actividades, mientras que la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, impuso restricciones a algunas ciudades donde se registraron focos de contagios. También las provincias de Santa Fe y Corrientes impusieron restricciones focalizadas.
Argentina registra 1.648.923 contagios de COVID-19, con 43.634 fallecidos, sobre una población de 44 millones. La progresión de los contagios viene en aumento en todo el país. El lunes se informaron 8.222 nuevas infecciones frente a las 5.884 del domingo y 5.240 del sábado.
Las autoridades lo atribuyen a los encuentros sociales por las fiestas de fin de año, a un relajamiento de las medidas de protección y a la proliferación de fiestas clandestinas, sobre todo en puntos turísticos, especialmente de la costa atlántica de Buenos Aires, que arrancó su temporada veraniega el 1 de diciembre.
También se llevaron a cabo varias manifestaciones callejeras multitudinarias, desde el funeral de Diego Maradona el 26 de noviembre hasta marchas en contra y a favor de la norma que legalizó el aborto, aprobada por el Congreso el 30 de diciembre.
“En nuestras manos”
“Hemos observado un crecimiento marcado y muy acelerado de los casos, primero en la Ciudad de Buenos Aires y luego en su periferia y en toda la provincia”, dijo este martes en conferencia de prensa el gobernador provincial, Axel Kicillof. La provincia de Buenos Aires, con 40% de la población argentina, rechazó imponer un toque de queda nocturno o cierres en centros turísticos.
“Hay una posibilidad de que esto sea un rebrote consecuencia de las celebraciones por las fiestas navideñas o el inicio de una segunda ola. Está en nuestras manos”, dijo al apelar a la responsabilidad social en el cumplimiento de las medidas de prevención.
“Si hay más relajamiento vamos a un crecimiento inexorable de los casos y puede ser una catástrofe”, advirtió Kicillof al indicar que la provincia pasó de un promedio de 1.000 casos diarios a 3.000. Debido al aumento de casos, La Pampa prohibió la circulación nocturna en su territorio y limitó actividades al menos hasta el 18 de enero.
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Chaco decretó “alarma sanitaria” hasta el 21 de enero por lo que está prohibida la permanencia en espacios públicos más allá de las 22H00. Medidas similares rigen en Formosa. Argentina estuvo en confinamiento desde el 20 de marzo por varios meses. Desde septiembre las restricciones se fueron flexibilizando, mientras los casos se fueron desplazando de la capital y su periferia a todas las provincias.
“Si queremos cambiar esta situación tenemos que reducir el grado de contacto, no hay otra salida hasta tanto tengamos un porcentaje mayor de inmunizados con la vacuna”, remarcó el gobernador Kicillof.
Argentina inició el 29 de diciembre una campaña nacional de inmunización contra el COVID-19 con la vacuna Sputnik, del laboratorio ruso Gamaleya, que le proveyó una primera entrega de 300.000 dosis que aplica al personal sanitario. Se espera para fines de enero tener a disposición 1,5 millones de dosis adicionales.
Fuente: AFP.