Reino Unido comenzó el lunes a implementar la vacuna de Oxford-AstraZeneca con el objetivo de acelerar la lucha contra el COVID-19, mientras China empezó a administrar un fármaco propio a millones de personas antes de la gran migración de las fiestas del Año Nuevo lunar.
Gran Bretaña lanzó una campaña con 530.000 dosis de la vacuna AstraZeneca en su lucha por controlar una nueva ola de infecciones que amenaza con desbordar el sistema de Salud Pública y que llevó al Gobierno a advertir que podría aplicar restricciones más severas.
Muchos expertos consideran que la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford marcará un hito en las vacunaciones porque no requiere temperaturas tan frías para su almacenamiento como las de Pfizer-BioNTech y Moderna. Eso podría significar un mayor acceso a la vacuna en las regiones más pobres del mundo contra el COVID-19, que ya infectó a casi 85 millones de personas con más de 1,8 millones de muertes registradas.
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Brian Pinker, un responsable de mantenimiento jubilado de 82 años, recibió la primera de las dos dosis de la vacuna en el hospital Churchill de Oxford, indicó el servicio público de salud británico (NHS) en Inglaterra. “Estoy muy contento de haber recibido la vacuna de Oxford”, dijo, y agregó que fue “pan comido”.
El secretario de Salud británico, Matt Hancock, afirmó en Twitter que estaba “encantado” del lanzamiento de la nueva vacuna, “un paso vital en nuestra lucha contra esta pandemia”.
Sin embargo el primer ministro Boris Johnson aseguró que “tenemos un período difícil por delante”. Gran Bretaña ya vacunó a cerca de un millón de personas después de aprobar la vacuna Pfizer a principios de diciembre y espera vacunar a decenas de millones en los próximos tres meses, dijo Johnson en una entrevista con la BBC.
Filas para vacunarse en China
En China miles de personas hacían fila en Pekín para recibir vacunas. Las autoridades quieren acelerar las vacunaciones antes de que empiecen los viajes masivos en febrero, durante la celebración del Año Nuevo lunar.
Solo en la capital, más de 73.000 personas recibieron una primera dosis entre el viernes y el domingo, informó la prensa. Pekín ya administró en los últimos meses alrededor de 4,5 millones de dosis de vacunas de emergencia, en gran parte no probadas, principalmente a trabajadores de salud y empleados estatales que trabajan en el extranjero, según las autoridades.
En Estados Unidos, los funcionarios rechazaron el domingo las afirmaciones del presidente saliente, Donald Trump, de que la cifra de más de 350.000 muertos en el país más afectado del mundo es exagerada.
Estados Unidos tiene más de 20 millones de casos registrados y la administración Trump, criticada por su gestión de la pandemia, empezó a distribuir las vacunas Pfizer y Moderna. Pero la cifra de 4,2 millones de personas vacunadas hasta ahora está muy por debajo de las predicciones oficiales de 20 millones para el Año Nuevo.
Aunque ya se han distribuido más de 13 millones de dosis de vacunas en todo el país, los esfuerzos para vacunar a trabajadores de salud y personas vulnerables se han visto obstaculizados por problemas logísticos y hospitales y clínicas sobrecargados.
“Ha habido un par de fallos, eso es comprensible”, dijo el destacado experto estadounidense Anthony Fauci, y aseguró que es un desafío “intentar poner en marcha un programa de vacunas masivo y empezar con buen pie”.
Vacunas de emergencia en India
India, con el segundo mayor número de casos registrado en el mundo de coronavirus, aprobó el domingo el uso de emergencia de dos vacunas, allanando el camino para una de las campañas de vacunación más importantes del planeta.
El gigante del sur de Asia se fijó el ambicioso objetivo de vacunar a 300 millones de sus 1.300 millones de habitantes para mediados del 2021, y dio luz verde a la vacuna AstraZeneca, así como a una desarrollada por la empresa farmacéutica local Bharat Biotech.
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Pero las autoridades indias, como en muchos países del mundo, tienen que superar el escepticismo sobre la vacuna, a menudo promovido por campañas en redes sociales y teorías de la conspiración. Según una encuesta reciente de 18.000 personas, en India el 69% de la población no tiene prisa por vacunarse.
Por su parte en Israel, el país con el ritmo más rápido de vacunación, el Gobierno aseguró el domingo que dos millones de personas, alrededor de una quinta parte de su población, habrán recibido las dos inyecciones requeridas a finales de enero.
Fuente: AFP.