Sentada en una silla de ruedas, Elizabeth respira profundo y cierra los ojos mientras recibe el pinchazo en el hombro izquierdo. A sus 91 años, es la primera persona en Costa Rica en vacunarse contra el COVID-19.
En el hogar de ancianos donde ella radica, una enfermera, con paciencia, le inocula lentamente los anticuerpos con la jeringa. Elizabeth Castillo siente que el trance ha terminado y abre los ojos. Lleva una mascarilla N95 pero sus gestos delatan que está sonriendo. Levanta las manos. El personal médico aplaude.
“Estoy muy agradecida con Dios, porque se lo he pedido mucho. Mi vida es muy importante para mí, aprovechen todos los momentos”, comenta con voz pausada y gruesa. La dosis que recibió, fabricada por el dúo estadounidense-alemán Pfizer/BioNTech, es una de las 9.750 que arribaron la noche del miércoles a Costa Rica, convirtiéndolo en uno de los primeros países de Latinoamérica en contar con este remedio, justo el día de Nochebuena.
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El siguiente en el turno es Jorge de Ford. Sentado sobre un sofá, después de haberse desplazado por unos metros apoyándose en un andador, él mismo remanga la camisa para recibir la sustancia.
“Que se vacunen todos. No dolió nada”, exclama el hombre de 72 años. “Este momento representa para el país el inicio del camino para terminar con la pandemia COVID-19”, expresó el presidente costarricense, Carlos Alvarado, presente en la vacunación que se realizó en un local de la Fundación Pro Personas Adultas Mayores, en San Ramón de Tres Ríos, 12 km al este de la capital, San José.
También los médicos
Además de Jorge y Elizabeth, un médico y una enfermera del Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19, en el centro de la ciudad, también recibieron su primera dosis. La enfermera que vacuna al médico internista José Acuña le advierte que podría presentar síntomas similares a los de una gripe, pero que no tiene que alarmarse.
“Es un gran honor estar dentro de los primeros ciudadanos que reciben esta vacuna. Es un esfuerzo enorme ser uno de los primeros países con la vacuna y nos va a permitir enfrentar lo que viene con más tranquilidad”, comenta Acuña.
Dice que sus hijas han vivido con miedo por su integridad en los últimos ocho meses, pero al saber que su papá iba a ser uno de los primeros vacunados, estallaron de alegría. “El país ha estado esperando esto, el mundo ha estado esperando esto”, agrega.
Al igual que el resto de vacunados, en 21 días deberá recibir la segunda y última dosis, necesaria para obtener inmunidad. En la jornada se vacunaron a 11 trabajadores de la salud y a una docena de ancianos.
Este primer lote es exclusivamente para funcionarios de salud que trabajan en la primera línea de combate contra la pandemia y personas de la tercera edad. El país centroamericano, de cinco millones de habitantes, cuenta con un acuerdo para recibir progresivamente 3 millones de vacunas de Pfizer que cubrirán a 1,5 millones de personas.
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Además, ya tiene acuerdos con AstraZeneca para vacunar a 500.000 personas, y con el mecanismo Covax, auspiciado por la OMS, para atender a 1 millón de ciudadanos. La perspectiva es que a fines del próximo año, tres millones de habitantes estén protegidos contra la enfermedad.
Costa Rica espera cubrir al 80% de la población mayor de 18 años de edad. Cada semana, llegarán nuevas dosis y la vacunación se hará de acuerdo con el esquema de grupos elaborado por la Caja Costarricense de Seguro Social.
El miércoles, Costa Rica acumulaba 161.942 casos confirmados de COVID-19 y 2.065 fallecidos. Mantiene a 634 personas hospitalizadas y a 239 de ellas en cuidados intensivos. En los últimos días, el país ha experimentado un repunte de contagios y tiene a tope el espacio para pacientes críticos.
Fuente: AFP.