El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, un expastor evangélico, fue detenido y destituido de su cargo este martes acusado de “liderar una organización criminal” de sobornos, en el más reciente episodio de corrupción en la ciudad “tarjeta postal” de Brasil.
A nueve días del fin de su mandato, Crivella fue detenido al amanecer en su casa del acomodado barrio de Barra de Tijuca y tras una audiencia que confirmó su prisión preventiva, fue llevado a una penitenciaría del norte de la ciudad.
Horas después y a la espera de la definición de un habeas corpus presentado por la defensa, el presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Humberto Martins, le concedió la prisión domiciliar, pero Crivella deberá usar “tobillera electrónica”, no podrá mantener contacto con terceros y deberá entregar sus teléfonos y computadores, entre otras restricciones.
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El juez Martins consideró que no se “justifica la prisión preventiva” y que Crivella, de 63 años, “integra el grupo de riesgo de COVID-19”, indicó el STJ en una nota. La jueza que ordenó el operativo, Rosa Helena Penna Macedo Guita, determinó la destitución de Crivella, señalándolo como “jefe de una organización criminal (...) instalada en el ámbito de la Alcaldía de Rio con la finalidad de obtener ganancias ilícitas de las más variadas formas”.
Derrotado en las elecciones de noviembre, en las que contó con el apoyo del presidente Jair Bolsonaro, Crivella se dijo blanco de una “persecución política”. “Fui el alcalde que más actuó contra la corrupción en Rio de Janeiro. Pido justicia”, expresó el edil.
Organización criminal
En total, se dictaron siete órdenes de captura, seis de las cuales fueron cumplidas. Entre los encarcelados figura el empresario Rafael Alves, organizador del esquema y hermano de Marcelo Alves, expresidente de la agencia municipal de turismo Riotur. Otro implicado es Mauro Macedo, extesorero de las campañas de Crivella y primo de Edir Macedo, el fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD, neopentecostal), de quien Crivella es sobrino.
Según la investigación, que empezó en 2018 con la delación de un cambista, empresas que querían cerrar contratos con Riotur daban cheques al empresario Rafael Alves. “La organización criminal recaudó por lo menos 50 millones de reales (casi 10 millones de dólares), por lo que hemos podido descubrir”, dijo el vicefiscal general, Ricardo Ribeiro Martins.
Esos pagos se efectuaban pese a que la alcaldía, que enfrenta una situación de emergencia sanitaria en una de las regiones de Brasil más afectadas por el coronavirus, “no tiene dinero ni para pagar el 13er salario” de sus funcionarios y acumula atrasos salariales en los hospitales y otras instituciones municipales, agregó.
Mandato polémico
El desprestigiado alcalde de la “cidade maravilhosa” debía ceder su sillón el próximo 1 de enero a Eduardo Paes (MDB, centro-derecha), quien lo derrotó en noviembre por casi 30 puntos de ventaja (64% a 36%). La breve transición estará ahora a cargo del presidente de la Cámara Municipal, Jorge Felipe (DEM, centro-derecha).
Crivella fue objeto de varios procedimientos de destitución en el legislativo municipal, por malas prácticas y gestión deficiente. El último fue motivado por un escándalo denunciado por TV Globo y apodado “Guardianes de Crivella”, funcionarios públicos que intimidaban a los periodistas mientras hacían reportajes frente a los hospitales municipales desbordados por la pandemia.
El estado de Rio, con su capital homónima de 6,7 millones de habitantes, es proporcionalmente el más afectado por la pandemia que ya dejó más de 188.000 muertos en Brasil. En julio de 2018, según el diario O Globo, Crivella prometió durante un encuentro con pastores evangélicos que los fieles de la IURD tendrían prioridad para ser operados de cataratas en clínicas municipales.
La Fiscalía abrió recientemente una investigación por presunto uso de la Iglesia Universal para lavar dinero procedente de la corrupción. En su gestión, Crivella además dio la espalda a grandes eventos turísticos marcados por los excesos de alcohol y la sensualidad, como el carnaval.
Corrupción crónica
Esta detención se suma al oscuro historial del estado de Rio de Janeiro, de 16,5 millones de habitantes, virtualmente quebrado y en permanente crisis de seguridad. El gobernador, Wilson Witzel, ha sido destituido temporalmente por sospechas de corrupción en el área de la salud en plena pandemia.
Cinco de los seis gobernadores de Rio en funciones desde 1998 enfrentaron a la justicia, y cuatro de ellos fueron presos en algún momento. El caso más emblemático es el de Sergio Cabral (2007-2014), preso desde 2016 y condenado a cerca de 300 años de cárcel en diferentes casos de corrupción.
Fuente: AFP.