Los teléfonos de decenas de empleados de la cadena de televisión catarí Al Jazeera resultaron pirateados, declaró el lunes una de las personas afectadas, al término de una investigación de expertos en Canadá.
La operación de espionaje, que afecta a 36 personas, fue revelada en un informe publicado el domingo por el departamento Citizen Lab de la Universidad de Toronto, un centro de investigación especializado en censura informática.
“El impacto es muy claro y peligroso”, declaró a la AFP Tamer Almisshal, periodista de investigación de Al Jazeera en árabe, que es una de las personas afectadas.
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Al Jazeera dijo que había contactado a Citizen Lab en enero después de tener sospechas de que había teléfonos pinchados y los expertos de este laboratorio descubrieron que los datos intercambiados por teléfono eran enviados clandestinamente hacia un servidor hostil.
“Hemos obtenido los registros” de un teléfono móvil de la red de Al Jazeera. “Nuestro análisis indica que (el programa espía) tiene cierto número de capacidades”, asegura Citizen Lab en su informe.
Según el laboratorio, puede interceptar el audio de un micrófono, fotos, buscar la localización de un aparato o acceder a las contraseñas y a las informaciones archivadas.
El ataque afectó a “36 teléfonos de periodistas, productores, presentadores y directivos de Al Jazeera”, así como a una periodista del canal Al Araby basada en Londres, precisan los autores del informe.
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Citizen Lab “concluye con un grado medio de seguridad” que dos de los “operadores” del programa espía, bautizados Monarchy y Sneaky Kestrel, trabajan para los gobiernos de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, respectivamente. Estos dos países rompieron relaciones con Catar, al que acusaron de apoyar a movimientos islamistas, lo que Doha niega.
Los programas espías transmiten las informaciones de los teléfonos pinchados mediante una serie de servidores intermediarios que no permiten llegar directamente a una agencia gubernamental, reconoce Bill Marczak, principal autor del informe desde Montreal.
“Pero para el operador llamado Monarchy, se puede ver que la mayor parte de las personas afectadas estaban en Arabia Saudita”, explica. “De hecho, un militante saudí que se encontraba fuera de Arabia Saudita también fue espiado por el mismo operador”.
Lo mismo se ha comprobado con el operador Sneaky Kestrel para Emiratos Árabes Unidos, agregó. Los piratas utilizaban el programa de espionaje Pegasus desarrollado por el grupo NSO de Israel, según Citizen Lab.
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“Sin este proceso de vigilancia y observación (de Citizen Lab), nunca hubiéramos podido detectar” la intrusión en los teléfonos, recalcó Almisshal. “Es una violación y un crimen”, agregó, al alegar que algunas fuentes de Al Jazeera no quieren que se dé a conocer su identidad.
Fuente: AFP.