Panamá es un punto “crítico” para el narcotráfico hacia Estados Unidos, por lo que Washington ampliará su colaboración con el país centroamericano en la lucha contra los grupos criminales, anunció este miércoles la estadounidense Administración para el Control de las Drogas (DEA).
“Panamá es un punto crítico de transbordo entre las organizaciones criminales transnacionales que operan en América del Sur y las que operan en México”, manifestó el director interino de la DEA, Timothy Shea, durante una visita oficial al país centroamericano.
“La relación de la DEA con el gobierno y los ciudadanos de Panamá se basa en nuestro compromiso compartido de combatir estas amenazas y proteger a nuestras comunidades y familias del flagelo del narcotráfico”, agregó Shea.
Sus declaraciones se producen en la víspera de una reunión que tendrá lugar este jueves en Panamá entre el jefe del Comando Sur, Craig Faller, y el gobierno panameño.
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Según una nota de la embajada estadounidense en Panamá, a la reunión acudirán funcionarios de seguridad de ambos países con el objetivo de “coordinar esfuerzos contra el narcotráfico y el lavado de activos en la región”.
Durante su visita, Shea se reunió con el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, el procurador (fiscal jefe), Eduardo Ulloa, y el ministro de Seguridad, Juan Pino.
En esos encuentros, Washington agradeció a Panamá su “apoyo fundamental” a la DEA y “reafirmó” sus intenciones de “mantener la seguridad en la región”, añade la nota.
Recientemente el fiscal panameño antidrogas, Javier Caraballo, advirtió que el narcotráfico hacia Estados Unidos, a través de Centroamérica, logró mantener el ritmo pese a la pandemia de COVID-19.
“Este año estamos culminando, tal vez, con la misma o un poco más de la cantidad de droga incautada en años anteriores”, dijo Caraballo.
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Pandemia
Según el fiscal, durante la pandemia los grupos criminales de los países productores fueron almacenando “grandes cantidades” de droga que ahora necesitan exportar rápidamente y en grandes cantidades, principalmente por el Caribe, hacia los países consumidores.
También señaló que en 2020 se detuvo a más de 1.300 personas por su presunta vinculación con el tráfico de drogas, en su mayoría panameños y colombianos.
En 2019, Panamá batió su récord de decomisos, con casi 91 toneladas, en su gran mayoría cocaína. Esa cifra supera la anterior marca de 85 toneladas, en 2017.
Panamá se convirtió en la entrada del corredor centroamericano que los narcotraficantes utilizan para trasladar la droga proveniente de Sudamérica, principalmente Colombia, hacia Estados Unidos, el mayor consumidor mundial.
Fuente: AFP.