La pandemia del COVID-19 dejó más de 1,5 millones de muertos en el mundo y contagió a 65 millones de personas y se está acelerando en Estados Unidos y en Brasil, mientras varios países ya preparan sus planes de vacunación masiva, aunque la OMS advirtió este viernes que la vacuna no eliminaría totalmente el virus.

Desde que la pandemia fue detectada en China en diciembre del 2019, se han registrado en todo el mundo 65.417.004 casos y 1.511.312 muertos, según un recuento de la AFP el viernes.

Estados Unidos, el país más afectado con 278.872 muertos, registró el viernes, por segundo día consecutivo, más de 210.000 contagios en un solo día, cifras récord desde el comienzo de la pandemia, según datos de la Universidad Johns Hopkins.

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En California, “las hospitalizaciones aumentaron un 86% solo en los últimos 14 días”, dijo el gobernador Gavin Newsom, quien anunció que se prohibirán reuniones y actividades no esenciales para evitar saturar los hospitales.

Newson provocó indignación en su país cuando acudió hace casi un mes a una cena en un lujoso restaurante californiano, junto a otros invitados, a pesar de las duras restricciones impuestas a los ciudadanos.

Los viajes de millones de estadounidenses por el Día de Acción de Gracias de hace una semana podrían causar “un brote que se sume al brote”, según el inmunólogo Anthony Fauci. El empleo en la primera potencia mundial sigue estancando debido al avance del virus, aunque la tasa de desempleo bajó a 6,7% en noviembre.

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¿Cero COVID-19?

Entretanto, varios países han empezado a planificar sus campañas de vacunación con la esperanza de atajar la pandemia. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el viernes que la vacuna no eliminará por si sola la enfermedad.

Con la llegada las vacunas, “la OMS está preocupada ante la creciente percepción de que la pandemia se acabó”, dijo el director de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

“Las vacunas no significan cero COVID-19. Vacunas y campañas de vacunación no resolverán por si solas el problema”, insistió por su parte su director de Emergencias, Michael Ryan.

El Reino Unido, el país más enlutado de Europa con más de 60.000 muertos, anunció el inicio de la vacunación la semana próxima para los residentes y el personal de las casas de ancianos. El miércoles se convirtió en el primer país del mundo en aprobar el uso de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech.

Tanto Pfizer/BioNTech como Moderna, que prevé disponer de entre 100 y 125 millones de dosis de su vacuna contra el COVID-19 en el primer trimestre del 2021, la gran mayoría de las cuales irán a Estados Unidos, solicitaron la aprobación de la agencia de medicamentos de Estados Unidos.

Biden y los expresidentes estadounidenses Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton dijeron que están dispuestos a vacunarse públicamente para alentar a sus conciudadanos a hacerlo. También afirmó que lo haría el director de la OMS.

En Rusia, el presidente Vladimir Putin pidió que las vacunaciones gratuitas “a gran escala” comiencen “a finales de la próxima semana”.

La vacuna rusa Sputnik V está en la tercera y última fase de los ensayos clínicos en los que participan 40.000 voluntarios. Sus creadores dicen que tiene un 95% de efectividad, al igual que la de Pfizer/BioNTech. En Europa, donde los reconfinamientos impuestos recientemente van dando sus frutos, las situaciones son dispares.

España, uno de los países europeos más golpeados con casi 1,7 millones de contagios y más de 46.000 fallecidos, prevé empezar la campaña de vacunación “a principios de enero” y haber tratado a entre 15 y 20 millones de personas para junio, según anunció el viernes el gobierno.

En Francia (326 muertos el jueves, 54.140 en total), la vacunación será gratuita para toda la población. En la vecina Italia, se registró un récord de casi 1.000 muertes en 24 horas y el gobierno endureció las condiciones de desplazamiento interno para las fiestas de fin de año.

En Grecia, donde el confinamiento se prolongará una semana más pues las tasas de infección siguen siendo elevadas, se hizo viral una imagen del primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis posando sin mascarilla junto a cinco ciclistas que conoció durante un paseo en bicicleta de montaña a más de una hora en coche de Atenas.

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“Diciembre complicado” en Brasil

Brasil, con 212 millones de habitantes, registró el viernes cerca de 700 muertos en un día por primera vez desde mediados de noviembre y se acerca a los 175.000 decesos, según datos oficiales.

“Probablemente el aumento de casos y muertes continúe y se intensifique durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Tendremos un diciembre complicado, pero enero, claramente, será peor”, dijo a la AFP el infectólogo Julio Croda, de la Universidad de Mato Grosso do Sul.

Por su parte, el estado de Sao Paulo retrocedió la semana pasada su proceso de flexibilización y un comité científico recomendó esta semana que Rio de Janeiro cierre todas las escuelas y prohíba permanecer en las playas, entre otras medidas.

México registró este viernes un nuevo máximo de contagios de COVID-19 en una jornada con 12.127, con lo que se llegó a un total de 1.156.770 casos confirmados. Y las hospitalizaciones siguen aumentando en la capital.

En Honduras, el gremio empresarial estimó que los daños causados a la economía del país, tanto por la pandemia como por el paso de dos ciclones este 2020, ascienden a al menos 10.000 millones de dólares, el 40% del PIB.

Frente al posible desequilibrio en la distribución mundial de las vacunas, el director de la OMS advirtió que los pobres corren el riesgo de ser “pisoteados” en la estampida de los países ricos por un tratamiento contra el COVID-19.

En Suiza, el gobierno decretó que los fieles no podrán cantar en las iglesias durante Navidad, pero sí se podrá esquiar.

Fuente: AFP.

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