Reino Unido y Rusia anunciaron este miércoles que empezarán a vacunar a sus poblaciones contra el COVID-19 a partir de la próxima semana, gracias, respectivamente, a la vacuna de la compañía estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech y a la rusa Sputnik V.
El gobierno británico es el primero en aprobar el uso masivo de la vacuna de Pfizer y BioNTech que, según él, cumple “estrictas normas de seguridad, calidad y eficacia” y estará disponible la semana que viene en el país más enlutado de Europa, con 60.000 muertes confirmadas por COVID-19. Esta es una noticia “fantástica”, tuiteó por su parte el primer ministro británico, Boris Johnson.
Su gobierno considera que el voto en favor de la salida de la Unión Europea, el Brexit, permitió al Reino Unido acelerar la aprobación de esta campaña de vacunación. Horas después del anuncio de Londres, el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió a las autoridades sanitarias de su país el inicio de una campaña de vacunación “a gran escala” la semana que viene.
La vacuna rusa Sputnik V, creada por el laboratorio Gamaleïa de Moscú, se encuentra en la tercera y última fase de ensayos clínicos con 40.000 voluntarios. Sus creadores afirman que es eficaz al 95%, como la de Pfizer y BioNTech.
Rusia, el cuarto país con mayor número de contagios por coronavirus (más de 2,3 millones), registró este miércoles más de 25.000 nuevos casos y un récord de muertes diarias (41.053).
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) afirmó, por su parte, que dará su opinión sobre la vacuna Pfizer/BioNTech “a más tardar” el 29 de diciembre y que hará lo mismo con la de su competidor estadounidense Moderna de aquí al 12 de enero. Ésta última también tiene una eficacia cercana al 95%.
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Situación preocupante en Estados Unidos
Al otro lado del Atlántico, Pfizer/BioNTech espera la aprobación en breve de las autoridades estadounidenses, que el lunes también prevén darle luz verde a la vacuna de la competidora Moderna.
Si ambas son autorizadas, podrían estar disponibles ya este mes en Estados Unidos, el país con el mayor número de fallecidos durante la pandemia: más de 270.000.
Con esas dos vacunas, la administración del presidente Donald Trump prevé que se habrán suministrado dosis a 100 millones de personas en Estados Unidos de aquí a finales de febrero.
A la espera de que las vacunas frenen la pandemia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó este miércoles que los casos de covid-19 aumentaron en un 30% en noviembre en el continente americano.
La preocupación ante la crisis del coronavirus será el tema a partir del jueves de una reunión especial en la ONU, en la que participarán de forma virtual líderes como el presidente francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, y Johnson. Numerosos dirigentes internacionales como el estadounidense Donald Trump, el chino Xi Jinping y el brasileño Jair Bolsonaro indicaron, sin embargo, que no participarán en este evento.
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Relajación de restricciones en Europa
En todo el mundo, la pandemia ha provocado más de 1,48 millones de muertos y más de 64 millones de contagios. Europa, con más de 423.000 muertos y 18 millones de contagios, parece haber dejado atrás el pico de la segunda ola y algunos países suavizan sus restricciones.
El miércoles, Inglaterra pasó de su segundo confinamiento a un sistema de restricciones locales basado en tres niveles de alerta en función de la gravedad de la epidemia por zonas. Para alivio de comerciantes y compradores en el periodo previo a Navidad, pudieron reabrir todas las tiendas, además de los servicios religiosos y los centros deportivos.
Pero en la mayoría del país está prohibido reunirse con familiares y amigos en interiores, y en las zonas más afectadas bares y restaurantes sólo pueden vender comida para llevar.
También en Bélgica pudieron reabrir los comercios, aunque sigue vigente un confinamiento parcial. Símbolo de la relajación en Francia, la Torre Eiffel reabrirá al público el 16 de diciembre.
En América Latina y el Caribe, donde hay más de 450.000 fallecidos y más de 13 millones de contagios, Uruguay, uno de los países menos afectados por la pandemia, anunció nuevas medidas de restricción ante un sostenido aumento de casos, entre ellas el teletrabajo, la cancelación de deportes en espacios cerrados y el cierre de bares y restaurantes a medianoche.
Uruguay ha registrado algo más de 5.000 casos y menos de 80 fallecidos en una población total de 3,4 millones de habitantes.
Además de las consecuencias humanas, la pandemia ha hecho a los pobres aún más pobres. En Brasil, por ejemplo, uno de los países con mayores desigualdades del mundo y también uno de los más castigados por la pandemia, 67 millones de ciudadanos (sobre un total de 212 millones) se han beneficiado de una ayuda financiera de emergencia, de entre 50 y 110 dólares al mes, y temen el momento en que este apoyo económico termine, en teoría a finales de año.
Si la ayuda cesa, “no voy a vivir, voy a sobrevivir”, dice Jaira Andrade do Nascimento, de 37 años, en un campamento ilegal a las afueras de Salvador, al nordeste del país.
La pandemia hizo caer los salarios en todo el mundo durante el primer semestre de 2020 y se espera que “una muy fuerte presión a la baja” adicional en un futuro cercano, aseguró la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Fuente: AFP.