En medio de la pandemia de COVID-19, además de la epidemia del dengue y la aparición de casos de difteria en Perú; se alertó sobre la aparición de un nuevo virus en Bolivia que provoca fiebre y hemorragias y que tiene una tasa de mortalidad del 60 por ciento, y que es comparado al ébola por producir síntomas similares. Sin embargo, la información científica se ha dilatado al terreno del alarmismo.
El lunes pasado, investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) presentaron los hallazgos de su estudio sobre este virus en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina e Higiene Tropical (ASTMH).
Lea más: Iota, el nuevo huracán que amenaza al Caribe y a Centroamérica
El principal descubrimiento de la investigación es que es posible la transmisión de este extraño virus de persona a persona en entornos de atención sanitaria. Esto es novedoso porque pertenece a la familia de los arenavirus, que tiene la característica de causar fiebre hemorrágica y cuya transmisión generalmente se da en las personas mediante el contacto directo con roedores infectados, o a través de su orina o heces.
De ahí la preocupación por posibles brotes que puedan suceder en el futuro. No obstante, actualmente no se registran contagios del virus Chapare, y según los expertos, es poco probable que cause una pandemia, sostiene el sitio Live Science.
“El infectólogo Juan Saavedra aclara que este año no hubo en Bolivia ningún caso del llamado ‘virus Chapare’. Las tres muertes causadas por este virus fueron el año pasado en Caranavi. Esta semana el CDC de EEUU alertó de su transmisión de humano a humano”, reportó el comunicador social Tuffí Aré Vázquez, desde Bolivia.
Lea más: Francisco Sagasti, tercer presidente de Perú en una semana
La investigación científica tomó los casos ocurridos en el 2019, cuando dos pacientes transmitieron el virus Chapare a tres trabajadores de la salud de La Paz; de los cuales fallecieron dos de los personales médicos y un paciente. Este fue el segundo y último brote conocido en Bolivia.
Anteriormente, los síntomas habían afectado a un agricultor de 22 años, quien falleció en el 2004, en la localidad de Samuzabety, de la provincia de Chapare (de donde toma su nombre), situada en el centro de Bolivia, a unos 1.058 kilómetros de la frontera con Paraguay.
Los hallazgos sobre el virus Chapare se basa en lo que se sabe sobre otros arenavirus, pero se están realizando otros estudios, porque se desconoce cómo sucedió la transmisión inicial y sí efectivamente provino de roedores. Al haber pocos casos documentados, además en un intervalo de 16 años, los científicos especulan que el virus se pudo haber confundido con el dengue. Lo cierto es que con la aparición del coronavirus se está destinando mayor atención a la vigilancia epidemiológica.