Con mascarillas desde los seis años y pese a un confinamiento nacional por la segunda ola de COVID-19, doce millones de niños volvieron a las aulas este lunes en Francia, bajo medidas sanitarias y de seguridad máximas. “Pienso en ustedes que retornan hoy a clases”, escribió el presidente francés, Emmanuel Macron, en un mensaje dirigido a los jóvenes y publicado en Snapchat, Instagram y Facebook.

“Comparto su emoción tras los ataques terroristas, incluyendo uno contra un profesor frente a una escuela. Comparto también sus preocupaciones sobre el futuro en momentos en que el país hace frente a un virus destructor”, añadió. Este regreso a clases, tras dos semanas de vacaciones de otoño, es inédito en varios aspectos. Tiene lugar unos días después de que se decretara un segundo confinamiento para frenar un repunte de contagios del nuevo coronavirus y bajo medidas de seguridad máximas tras el asesinato del profesor Samuel Paty.

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Situación “angustiante”

Al contrario del primer confinamiento de la primavera, los institutos de primaria y secundaria permanecerán abiertos durante esta segunda cuarentena decretada para frenar el aumento de casos de COVID-19 a partir del viernes pasado y hasta al menos el 1 de diciembre.

El número de casos de coronavirus se han vuelto a disparar en Francia desde agosto. Sólo el domingo se registraron 46.290 nuevos casos, es decir 10.000 más que la víspera, lo que tiene bajo tensión a los hospitales del país. Y los científicos no son optimistas. Según el consejo que asesora al gobierno francés, la segunda ola de la epidemia del COVID-19 en Europa no será la última, puesto que le seguirán nuevos episodios “sucesivos durante el final del invierno” boreal y la primavera.

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“Tenemos por delante muchos meses con una situación extremadamente difícil”, prevé esta instancia en su último informe fechado el 26 de octubre y publicado este fin de semana. “La situación es angustiante y preocupante para todos nuestros compatriotas, y por lo tanto para los padres y alumnos”, estimó Rodrigo Arenas, copresidente de la FCPE, la primera asociación de padres de alumnos.

El domingo, el ministro de Salud Olivier Véran planteó la posibilidad de cerrar los colegios si las medidas adoptadas en los últimos días para frenar la epidemia no son “suficientemente eficaces”. “Adaptaremos las reglas de acuerdo con estos datos”, dijo al Journal du Dimanche.

Minuto de silencio

La jornada inició con un minuto de silencio en todos los establecimientos escolares en honor a Samuel Paty, el profesor que fue decapitado el 16 de octubre en manos de un islamista radical por haber mostrado caricaturas del profeta Mahoma en clase.

Samuel Paty fue asesinado en Conflans-Sainte-Honorine, una pequeña localidad en las afueras del París, en el último día de clases antes de las vacaciones de otoño. Paty, que fue decapitado por un joven checheno de 18 años, había mostrado a sus alumnos una caricatura del profeta Mahoma durante una clase sobre la libertad de expresión, lo que provocó la furia de algunos padres de familia y una campaña en redes sociales en su contra.

Dos semanas después, un hombre armado con un cuchillo mató a tres personas en una iglesia en Niza (sureste) y el nivel de alerta terrorista fue elevado a “urgencia atentado” en todo el territorio. Macron ha prometido defender el derecho a la libertad de expresión y consciencia pese al furor creado en el mundo musulmán después de que el semanario satírico Charlie Hebdo volviera a publicar en septiembre caricaturas del profeta Mahoma.

Fuente: AFP.

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