Unos 200.000 niños cubanos regresan este lunes, con su imprescindible mascarilla, a las aulas de La Habana, cerradas durante más de siete meses por la pandemia de COVID-19, ahora bajo control en el país. Van alegres por el reencuentro con amigos y maestros, tras varios meses de confinamiento, pero para entrar en las escuelas deben seguir un estricto protocolo sanitario.
En la escuela Nicolás Estevanez, del céntrico barrio de El Vedado, los niños deben desinfectar sus manos y suelas de los zapatos con hipoclorito antes de entrar a sus aulas y portar un mínimo de tres mascarillas, para rotarlas en su uso, constató un fotógrafo de AFP en el lugar. En el resto del país, donde reabrieron las escuelas en septiembre, más de 500.000 niños empiezan el nuevo año escolar, después de terminar el anterior la semana pasada.
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En La Habana, van a terminar y consolidar el truncado curso 2019-20 y no iniciarán el nuevo período lectivo hasta dentro de cinco semanas. “La capital, luego de un complejo rebrote de la COVID-19, finalmente puede hoy reabrir sus centros de enseñanza; pero durante cinco semanas se sistematizarán los contenidos del curso anterior, y no será hasta el 7 de diciembre que comience el actual”, precisó el diario oficial Granma.
Se trata de 124.700 alumnos de enseñanza primaria (de primero a sexto grado), niños entre 5 y 11 años, con sus uniformes rojo vino y blanco, que durante estos meses de cuarentena recibieron clases y repasos por televisión. Unas segunda y tercera olas son menos bulliciosas, pero también numerosas: con sus uniformes mostaza y blanco, 57.100 estudiantes de Secundaria Básica (7º, 8º y 9º grados) y 23.400 de azul-blanco, que cursan preuniversitario (10º, 11º y 12º grados), regresan igualmente a sus aulas.
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La educación en Cuba es gratuita en todo el universo escolar y universitario y corre a cargo del presupuesto estatal. Es obligatoria hasta 9º grado (14 años). Con 11,2 millones de habitantes, la isla reporta hasta al cierre del domingo 6.970 casos de COVID-19, con 129 fallecidos, y 6.318 curados, cifras muy bajas en comparación con otros países de la región. Pero en la occidental provincia de Pinar del Río y la central de Sancti Spíritus, afectadas por un rebrote, el inicio del curso escolar debe esperar de momento.
Fuente: AFP.