El presidente francés, Emmanuel Macron, intentó calmar la ira del mundo musulmán contra Francia con una entrevista el sábado para Al Jazeera en la que dijo que entiende que los musulmanes puedan sentirse “chocados” por las caricaturas de Mahoma, pero denunció las “manipulaciones”.
“Mi rol consiste en intentar calmar las cosas”, pero también “proteger” la libertad de expresión en Francia, explicó el mandatario durante una entrevista de casi una hora difundida por la cadena catarí, que cuenta con una gran audiencia e influencia en el Próximo Oriente y el Magreb.
Macron lamentó los “malentendidos” y las numerosas “manipulaciones” de sus declaraciones sobre las caricaturas de Mahoma, realizadas “a menudo por dirigentes políticos y religiosos” que, según él, fueron los impulsores de las protestas y boicots a productos franceses en varios países musulmanes, como Qatar, Pakistán o Malí.
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“Las reacciones del mundo musulmán se debieron a muchas mentiras y al hecho de que la gente entendió que yo soy favorable a estas caricaturas”, aseguró el jefe de Estado sobre el origen de esta campaña antifrancesa “indigna” e “inadmisible”.
Las manifestaciones empezaron en reacción a las declaraciones de Macron en las que defendía que se siguieran publicando las caricaturas de Mahoma de la revista satírica Charlie Hebdo, después de que el 16 de octubre un joven yihadista checheno decapitara al profesor francés Samuel Paty por haber mostrado estos mismos dibujos durante una clase sobre la libertad de expresión.
Defender la libertad de expresión
“Entiendo que alguien pueda sentirse chocado por las caricaturas, pero no aceptaré jamás que se justifique la violencia. Nuestras libertades y derechos, considero que nuestra vocación consiste en protegerlas”, sostuvo Macron.
“Soy favorable a que podamos escribir, pensar y dibujar libremente en mi país porque creo que es importante, representa un derecho y nuestras libertades”, añadió.
Esta entrevista con Al Jazeera fue grabada el viernes, el día después del atentado en una basílica en Niza, en la que un tunecino, de 21 años, asesinó a tres personas con un cuchillo.
En reacción a este ataque en el sudeste de Francia, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, defendió el viernes la libertad de expresión, pero consideró que no está “exenta de límites” y no debería “herir de forma arbitraria e inútil” a ciertas comunidades. Las interpretaciones más estrictas y conservadoras del islam prohíben cualquier representación del profeta Mahoma.
Uno de los dirigentes musulmanes más críticos con Macron fue el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien puso en duda la “salud mental” de su homólogo francés y también dijo que emprendería acciones tras ser caricaturizado por la revista Charlie Hebdo.
Tras ser preguntado por sus relaciones con Erdogan, el dirigente francés dijo que desea que “las cosas se calmen”, pero que “el presidente turco debe respetar a Francia, la Unión Europea y sus valores”.