Catar anunció el viernes que los responsables de los exámenes ginecológicos forzados realizados a pasajeras en el aeropuerto de Doha serían llevados ante la justicia, en un caso que provocó una ola de indignación internacional y empañó la imagen de este rico país del Golfo.
“Los responsables de estas violaciones y acciones ilegales han sido llevados ante la Oficina de la Fiscalía Pública”, declaró el gobierno en un comunicado, en el que presenta las conclusiones preliminares de una investigación oficial.
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Mujeres a bordo de diez vuelos que salían de Doha fueron sometidas a exámenes ginecológicos para encontrar a la madre de un recién nacido abandonado en los baños del aeropuerto el 2 de octubre. “El primer ministro y ministro del Interior expresó sus más sinceras disculpas a algunas pasajeras que sufrieron las consecuencias” de estas medidas, señaló el gobierno en su comunicado. Australia tomó nota este viernes de este anuncio, que consideró un “desarrollo importante”, tras haber criticado a Catar en los últimos días.
“La declaración del gobierno de Catar se adecúa a nuestras expectativas en materia de contrición, responsabilidad y determinación para evitar toda repetición” de un incidente de este tipo, declaró la ministra australiana de Relaciones Exteriores, Marise Payne, en un comunicado.
Catar, incómodo por este caso que empaña su imagen, entonó su mea culpa tras las críticas de los países de origen de las mujeres afectadas, lamentando las violaciones a las libertades individuales y el sufrimiento infligidos a estas mujeres. El primer ministro y ministro del Interior, jeque Jaled bin Jalifa Al Thani, garantizó entonces una investigación “completa y transparente”, cuyos resultados serán “compartidos con nuestros socios internacionales”.
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Un cuarto país afectado
Nueva Zelanda reveló el jueves que una de sus ciudadanas estaba entre las afectadas y calificó los hechos de “completamente inaceptables”. “Nos preocupó enormemente saber que una ciudadana neozelandesa estaba afectada por el espantoso incidente que implica a pasajeras de varios vuelos de Qatar Airways”, declaró el ministerio de Relaciones Exteriores del país en un comunicado.
Australia afirmó que 18 mujeres, entre ellas 13 australianas, se vieron afectadas, así como otras “ciudadanas extranjeras”. Wolfgang Babeck, un pasajero de un vuelo con destino a Sídney, afirmó a la AFP que las mujeres que fueron sometidas a exámenes volvieron “impactadas”. Londres indicó que dos británicas figuran también entre ellas y, según otra fuente, una pasajera francesa forma parte de las víctimas.
“Hemos expresado formalmente nuestra preocupación ante las autoridades cataríes y de Qatar Airways, y buscamos obtener la garantía de que un incidente inaceptable como este no volverá a repetirse”, declaró el ministerio británico de Relaciones Exteriores en un comunicado. El gobierno catarí dijo el viernes que “estudia posibles infracciones en los protocolos” del aeropuerto, añadiendo que era la “primera vez” que ocurría un hecho semejante.
Crisis de imagen
El escándalo podría asestar un duro golpe a los esfuerzos del país del Golfo por mejorar su imagen antes del Mundial de Fútbol de 2022. Muy rico en gas, Catar se ganó el prestigio internacional a golpe de inversiones en los medios de comunicación, el deporte o la cultura. En Catar, las relaciones sexuales y los partos fuera del matrimonio se castigan con penas de cárcel y, para muchas mujeres migrantes, con la expulsión del territorio.
El país es a menudo criticado por las condiciones de trabajo de los obreros inmigrantes. También se lo acusa de financiación del yihadismo, apoyo a los Hermanos Musulmanes o penalización de la homosexualidad. Además está aislado por un embargo de sus vecinos árabes desde hace tres años. Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto le acusan de apoyar a islamistas extremistas y de preferir a Irán, lo que Doha niega.
Fuente: AFP.