Cientos de personas, muchas de familias sin techo que vivían en tolderías improvisadas, fueron desalojadas por la policía en medio de violentos enfrentamientos de un predio que ocupaban desde julio en la principal toma de tierras ocurrida durante la pandemia en Argentina.

Unos 4.000 policías ingresaron la madrugada del jueves al lugar y derribaron las casillas, míseros refugios de palos y plásticos que ardieron en fogatas en medio de escenas de pánico y furia.

“Fue desesperante, personas llorando, chicos, ancianos y no les importó nada, los policías quemaban las casas, quemaron todo, vinieron de sorpresa”, se lamenta Aída Mabel, de 35 años, rodeada de su familia.

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Desde fines de julio, familias sin techo habían empezado a instalarse en este predio privado de unas 100 hectáreas del barrio de Guernica, en la periferia sur de Buenos Aires, que llegó a albergar a 2.500 familias, aunque la mayoría había aceptado irse.

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El gobierno provincial anunció el miércoles la entrega de subsidios de 300.000 pesos (3.370 dólares) por año a quienes, por verse privados de una vivienda digna, se encuentran en un contexto de extrema vulnerabilidad.

“Me quemaron todo”

Columnas de fuego y humo se mezclaban con los gases lacrimógenos en medio de escenas de llanto y desesperación de los ocupantes, la mayoría familias. El fuego destruyó muchas casillas y el resto fue derribado por topadoras en medio de una lluvia de piedras, palos y botellazos de los desalojados.

“Me quemaron todo, quiero que me devuelvan mis cosas, estoy con mucha bronca, los policías me pegaron a mí y a mi marido”, contó Axi Villafuente, una cartonera de 24 años.

“Salimos con la ropa puesta (...) nos ofrecieron ir a un albergue pero nosotros no queremos ir, queremos estar acá, estaremos en la calle y volveremos a entrar”, cuenta Marisa, una empleada doméstica que se quedó sin trabajo por el aislamiento obligatorio que rige desde el 20 de marzo por el COVID-19.

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La ocupación del predio se había iniciado en desafío a la justicia, pero también en el peor momento de la pandemia que ha causado más de un millón de contagios en Argentina y 30.000 muertes.

En los últimos años, las tomas de tierra se multiplican en Argentina, un país en recesión desde 2018 y con 40,9% de sus 44 millones de habitantes en la pobreza.

“Fue desesperante, personas llorando, chicos, ancianos y no les importó nada, los policías quemaban las casas, quemaron todo, vinieron de sorpresa”, se lamenta Aída Mabel, de 35 años, rodeada de su familia. Foto: AFP.

Buenos Aires, con 15 millones de habitantes, es la provincia más poblada del país y la más rica, pero también la de mayores contrastes, pues casi uno de cada dos habitantes es pobre. Según el gobierno de la provincia de Buenos Aires, a comienzos de octubre había 80 procesos judiciales por tomas de tierra.

“En Argentina, en América Latina, el acceso a la ciudad por parte de los sectores populares se viene dando a través de asentamientos o tomas de tierra, un mecanismo de autourbanizacion. Los sectores asalariados bajos y los desempleados no pueden acceder por vía formal ni siquiera a un alquiler. Hay tendencias estructurales que en este contexto de pandemia se exacerbaron”, dijo a la AFP la socióloga y docente de la Universidad Nacional del Comahue Mariana Giaretto.

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Furia y fuego

Desde hacía dos meses, el gobierno de la provincia de Buenos Aires pidió a la justicia prórrogas a la orden de desalojo mientras negociaba con los ocupantes su salida. Una ONG interpuso un amparo para evitar el desalojo que finalmente ordenó la justicia.

La policía no informó sobre número de heridos. Unas 36 personas arrestadas acusadas de resistencia a la autoridad, fueron liberadas horas después.

Según Giaretto, el desenlace en Guernica “tiene que ver con un proceso de criminalización de parte del Estado, que va desde la estigmatización de quienes toman las tierras a la militarización de los territorios, pasando por la judicialización”.

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Desalojo en familia

A unos 500 km al norte de Guernica, en la provincia de Entre Ríos, también este jueves una jueza ordenó el desalojo de un campo en un caso resonante de disputa de herencia de una poderosa familia de productores agrícolas.

Dolores Etchevehere viene reclamando su parte de herencia y denunció a sus hermanos -entre ellos el exministro de Agricultura Luis Etchevehere- de presunta extorsión y “violencia económica”.

La mujer quiso poner en marcha en un campo familiar un proyecto de agricultura ecológica junto con activistas de una organización de trabajadores de la economía popular (Ctep), pero el terreno fue sitiado por decenas de productores que con sus camionetas 4x4 impidieron el ingreso y egreso del campo, en apoyo a los hermanos Etchevehere y su madre.

Tras la orden policial y el ingreso de centenares de policías al campo, los activistas se retiraron del lugar. "Hemos sufrido una derrota ", dijo  Juan Grabois, abogado de Dolores y líder de la Ctep.

Fuente: AFP.

La policía no informó sobre número de heridos. Unas 36 personas arrestadas acusadas de resistencia a la autoridad, fueron liberadas horas después. Foto: AFP.

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