Francia rindió un homenaje nacional este miércoles a Samuel Paty, profesor de historia decapitado el viernes por un islamista, en un atentado que fue perpetrado porque “encarnaba la República” francesa, según el presidente Emmanuel Macron.
“Continuaremos, profesor. Defenderemos la libertad que usted enseñaba tan bien y sostendremos el laicismo, no renunciaremos a las caricaturas”, declaró el jefe de Estado en la ceremonia que se llevó a cabo en la Universidad de la Sorbona en París. “Era uno de esos profesores que no olvidamos”, agregó Macron, que también denunció a aquellos “cobardes” que llevaron al profesor a ser decapitado por los “bárbaros”.
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El docente fue asesinado en un suburbio de París porque había mostrado a sus alumnos, durante un curso de instrucción cívica, caricaturas de Mahoma publicadas por un semanario satírico y que derivaron en dos atentados islamistas contra esa publicación.
Dos menores de 14 y 15 años están acusados de haber mostrado al homicida, Abdullakh Anzorov –un joven refugiado de origen ruso checheno– quién era el docente que buscaba, a cambio de “300 a 350 euros” (entre 360 y 415 dólares), según el fiscal antiterrorista, Jean-François Ricard.
Según fuentes cercanas al caso el asesino, tras publicar en las redes la foto de su víctima decapitada, envió un mensaje de audio en un ruso poco claro en el dice que “vengó al profeta”, reprochando al profesor haberlo “mostrado de manera insultante”.
En este mensaje, el agresor aparece casi sin aliento, y pronuncia frases coránicas: “Hermanos, recen por que Alá me acepte como mártir” afirma, según una traducción de la AFP.
Antes del inicio de la ceremonia en el patio de La Sorbona, Macron entregó a Paty la Legión de Honor (la principal condecoración francesa) a título póstumo. El hijo de 5 años de la víctima también será declarado “pupilo de la nación”, una distinción atribuida a los hijos cuyos padres murieron en guerra o en atentado.
Acusado en redes sociales
Entre los demás sospechosos, figuran el padre de una alumna que inició la movilización mediante videos en las redes sociales tras el curso sobre libertad de expresión que impartió el profesor el 5 de octubre cuando exhibió las caricaturas.
Días después de la difusión de los vídeos, Samuel Paty fue decapitado en plena calle por el checheno de 18 años, que después murió por disparos de la policía. El padre de la alumna, Brahim C., está acusado, igual que el militante islamista Abdelhakim Sefrioui de haber “designado específicamente al profesor como blanco en las redes sociales”. Los investigadores antiterroristas se interesan asimismo sobre mensajes intercambiados en WhatsApp entre este padre y el homicida.
Tres amigos del asesino, que se habían entregado espontáneamente en una comisaría el viernes por la noche, también serán interrogados por el juez. Nueve detenidos inicialmente fueron puestos en libertad, entre ellos tres alumnos, así como los padres, el abuelo y el hermano menor del agresor.
Ofensiva contra el islamismo
El presidente francés aseguró el martes que se van a intensificar las medidas contra el islamismo radical. “No se trata de hacer nuevas declaraciones (...) los ciudadanos esperan actos. Estos actos se intensificarán”.
En el punto de mira se encuentra el colectivo propalestino Cheikh Yassine, creado por Abdelhakim Sefrioui y que fue disuelto el miércoles en consejo de ministros. Asimismo, podrían cerrarse algunas del medio centenar de asociaciones consideradas cercanas al “islamismo radical”.
Tras el asesinato, las autoridades francesas prometieron “una guerra contra los enemigos de la República”. La mezquita de Pantin, en las afueras de París que suele reunir a unos 1.300 fieles, también permanecerá cerrada durante seis meses.
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Sus responsables están acusados de haber difundido el vídeo del padre de la alumna. Las autoridades francesas han prometido “una guerra contra los enemigos de la República”. “Ya no se trata de saber si habrá un atentado sino cuándo” justificó el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Este último atentado se enmarca en un “contexto de llamado a asesinatos” lanzado tras la republicación de las caricaturas de Mahoma por el semanario satírico Charlie Hebdo, a principios de septiembre, antes del inicio de los juicios por los atentados contra esa publicación y por esa misma causa en 2015, según el fiscal Ricard.
Citó el ataque con machete cometido el 25 de septiembre ante los antiguos locales de este semanario en París, y “tres comunicaciones” de Al Qaida que instaban a “asesinar” a personas que originaron la redifusión de estos dibujos.
Fuente: AFP.