Cientos de abogados y otros voluntarios de las campañas del presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden están desplegados en centros de votación de Florida para disipar los temores de fraude en las elecciones estadounidenses del 3 de noviembre, en momentos en que este estado del sureste muestra números récord de participación.
El ambiente político está especialmente crispado en Florida, donde a los temores de violencia en los centros electorales y los del contagio de coronavirus, se suma un historial de elecciones muy reñidas que históricamente han acabado en recuentos o en los tribunales.
Y lo que suceda aquí es vigilado muy de cerca porque este estado, en el que Trump y Biden están prácticamente empatados, es crucial para ganar las elecciones al aportar 29 de los 270 votos electorales necesarios el 3 de noviembre.
“No podemos confiar en esos demócratas”, dijo a la AFP Cristiano Piquet, un republicano de origen brasileño que monitoreará la elección, en un centro de votación anticipada en Miami, cuando faltan menos de dos semanas para los comicios.
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“Ellos han demostrado una y otra vez que no son honestos. Son pura maldad y son capaces de todo. Tengo que asegurarme de que mi voto cuente”, añadió el hombre de 43 años, que portaba una bandera estadounidense, al contar por qué votó anticipadamente y no por correo.
Este es el tipo de sentimiento que busca disipar el abogado Juan Carlos Planas, uno de los 1.421 observadores registrados por ambos partidos en el condado de Miami-Dade, en el sur de Florida.
“Nunca ha habido un caso creíble de fraude en una elección general”, afirmó a la AFP este abogado, excongresista estatal por los republicanos, que ha sido observador electoral en elecciones pasadas y lo es ahora por el partido Demócrata. “Y mucho menos un fraude masivo. Simplemente no sucede”, insistió.
Los 14 millones de electores floridanos pueden votar por correo, un método que se utiliza en el estado desde 2002 y es preferido por los demócratas, sobre todo este año con la preocupación por la pandemia.
Sin embargo, Trump ha transmitido a sus seguidores desconfianza por este sistema, si bien él mismo vota por correo en Florida, donde tiene residencia oficial, y ha aclarado que en este estado sí es fiable.
Los floridanos también pueden votar anticipadamente en los centros electorales que abrieron este lunes, como hizo Piquet, o el propio 3 de noviembre, cuando se espera que los republicanos salgan a votar en masa.
Ambiente tenso
En el año 2000, una diferencia de apenas 537 votos en Florida le dio la presidencia -de forma muy polémica- al republicano George W. Bush. En 2018, fue necesario volver a contar los votos para darle la gobernación al republicano Ron DeSantis. Y en 2016, según el FBI, la inteligencia rusa hackeó el sistema electoral de al menos un condado de Florida.
Este año, a la incertidumbre se suman algunos casos de intimidación. El martes, se generó polémica cuando circuló la foto de un policía que llevaba una mascarilla con el mensaje “Trump 2020” en un centro de votación. La policía de Miami señaló luego que el oficial había “violado la política del departamento” y que tomaría medidas.
También el martes se divulgó que votantes demócratas de Florida recibieron emails, supuestamente de parte del grupo de odio Proud Boys, donde se amenazaba a los destinatarios: “Tenemos toda tu información. Votarás por Trump el día de las elecciones o iremos por ti”.
Este miércoles por la noche, el director de Inteligencia estadounidense, John Ratcliffe, anunció que estos correos electrónicos provienen de Rusia y de Irán y son un esfuerzo “para intimidar a los votantes, incitar a la agitación social y dañar al presidente Trump”.
Hasta ahora, más de 2,95 millones de personas votaron por correo, según la División de Elecciones de Florida. Esto supera, cuando aún faltan dos semanas para que sigan llegando boletas postales, los 2,73 millones de votos por correo en total de 2016.
Fuente: AFP.