La ciudad de Nueva York planea volver a cerrar escuelas, restaurantes y comercios no esenciales en nueve barrios de Brooklyn y Queens, donde los casos de coronavirus se han multiplicado en las últimas dos semanas, en un retroceso inédito para la primera metrópolis estadounidense.
“Hoy, desafortunadamente, no es un día de celebración”, dijo el alcalde Bill de Blasio, al anunciar que quiere reconfinar esos barrios a partir del miércoles y que espera el aval del gobernador del estado, Andrew Cuomo, para confirmar la decisión.
“Los neoyorquinos han trabajado duro para domar al COVID-19 y no hacemos esta propuesta a la ligera”, destacó el alcalde demócrata. “Pero en esta ciudad es la ciencia la que guía nuestras decisiones y hacemos lo que los hechos nos recomiendan hacer”, añadió.
Tras un catastrófico brote inicial durante la primavera boreal, que deja un número récord de casi 24.000 muertos en la ciudad, la primera metrópoli de Estados Unidos se convirtió en un modelo de manejo de la epidemia.
Si la medida es aprobada será el primer retroceso en el desconfinamiento de la ciudad. Pero el gobernador Cuomo, que sostiene tensas relaciones con De Blasio, no respondió de inmediato al pedido del alcalde.
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Más barrios bajo vigilancia
Seis de los nueve barrios aludidos están en Brooklyn y tienen grandes poblaciones de judíos ortodoxos, entre las cuales el virus se ha expandido rápidamente en las últimas semanas.
El aumento de contagios coincidió con las altas fiestas judías, los días más sagrados del calendario judío, que culminaron el lunes pasado con Yom Kipur. Los otros tres barrios están en Queens y entre ellos hay uno próximo al aeropuerto John F. Kennedy.
Los nueve barrios tienen en común que sus tasas de positivos en las pruebas de COVID-19 se han mantenido por encima del 3% en los últimos siete días, pese a múltiples intentos de los servicios de salud para que se cumpliera con el uso de tapabocas, el distanciamiento y para que las personas se hicieran los test.
La ciudad también está monitoreando 11 vecindarios adicionales, que De Blasio describió como una “preocupación real”. En su mayoría estos están alrededor de los nueve primeros pero, aunque han sufrido repuntes de casos, no alcanzan la tasa del 3% de positivos.
“Vamos a probar si podemos revertir la situación sin tener que aplicar restricciones más amplias”, destacó De Blasio. Las salas internas de los restaurantes, que habían sido autorizadas a reabrir, así como los gimnasios y piscinas tendrían también que volver a cerrar.
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“Manejado bien”
Ante este resurgimiento de la epidemia en 20 barrios, de los 146 que componen esta ciudad de 8,5 millones de habitantes, Nueva York se inspira en medidas tomadas en Corea del Sur, Hong Kong o Singapur, “que han manejado bien eso”, explicó el doctor Jay Varma, consejero sanitario del alcalde.
Todo el verano boreal, la ciudad ha sido modelo de disciplina en el uso de mascarillas y otras medidas y la tasa de positividad en los test de COVID-19 se ha mantenido en torno al 1%.
Esta propuesta de reconfinamiento parcial llega cuando -después de semanas de polémica- la ciudad había reabierto la totalidad de las escuelas públicas bajo un modelo que alterna la presencialidad con la enseñanza en línea, y también había autorizado el uso de las salas de los restaurantes solo al 25% de su capacidad.
Fuente: AFP.