Jacobo Abdalá Bucaram, hijo del expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram (1996-1997), fue expulsado este viernes de Colombia y envíado a Ecuador, donde enfrenta un juicio por un caso de corrupción, informó la autoridad migratoria colombiana.
La medida se tomó porque Bucaram “ingresó al país de manera irregular a mediados de este año” eludiendo un requerimiento de la justicia de su país, razón por la cual quedará vetado de ingresar a Colombia durante una década, detalló Migración Colombia en un comunicado.
La justicia ecuatoriana había ordenado en julio prisión para Jacobo y sus hermanos Michel y Abdalá (Dalo) Bucaram, este último candidato presidencial en 2017. Los hermanos son procesados por supuesta asociación ilícita para la comercialización de insumos médicos a hospitales de la ciudad de Guayaquil (suroeste) durante la pandemia por el nuevo coronavirus.
En el proceso, habrían obtenido “ingresos económicos que no habrían sido justificados al sistema financiero nacional”, según la fiscalía ecuatoriana. El hombre fue detenido en un operativo en el que participó la policía en la ciudad de Medellín (noroeste), desde donde será trasladado por vía aérea a Ecuador, y entregado a las autoridades de ese país.
Entre marzo y abril el puerto de Guayaquil se convirtió en una de las ciudades más afectadas por la pandemia en el continente, con un sistema sanitario colapsado y muertos en casas y calles. La justicia también resolvió enajenar bienes, prohibir la transferencia de acciones y liberación de pólizas, así como bloquear las cuentas de todos los procesados.
En caso de ser hallados culpables, enfrentan una pena de cárcel de hasta cinco años. El padre, Abdalá, expresidente de Ecuador y destituido por el Congreso en febrero de 1997 a tan solo seis meses de asumir el poder, se encuentra en prisión domiciliaria desde el 14 de agosto por el mismo caso.
Bucaram, que vivió exiliado durante dos décadas en Panamá, también es investigado por el supuesto tráfico de bienes patrimoniales, así como por tráfico de armas.
Fuente: AFP
Dejanos tu comentario
Juez rechaza plan de Biden que favorecía a migrantes casados con estadounidenses
Un juez federal de Texas declaró ilegal un programa de Joe Biden que acelera el proceso de obtención de estatus legal para cónyuges extranjeros de estadounidenses, cuando crece la preocupación tras las amenazas de deportación hechas por el presidente electo Donald Trump. Según la resolución emitida ayer jueves por el juez de distrito J. Campbell Barker, la administración Biden “carece de autoridad legal” para aplicar su programa “parole in place”, en un fuerte golpe a la política migratoria del mandatario demócrata, quien dejará el cargo en enero de 2025.
El plan de Biden, “Keeping Families Together” (Mantener a las Familias Unidas), fue lanzado en junio y busca beneficiar al menos a medio millón de inmigrantes en Estados Unidos. Pero el fiscal general de Texas y aliado de Trump, Ken Paxton, junto a un grupo de colegas republicanos demandaron al Departamento de Seguridad Nacional por aplicar esta medida. Paxton dijo en aquella ocasión que se estaba “recompensando” a quienes “violaron las leyes”.
Lea más: Tribunal ratifica impedimento para postulación presidencial de Evo Morales
“Se detiene el intento de la administración Biden/Harris de eludir las leyes de inmigración”, dijo en la red social X el fiscal general de Idaho, Raúl Labrador. Mientras los demócratas buscaban un equilibrio entre sanciones a los arribos ilegales y reformas migratorias, Trump aseguró que Estados Unidos está sometido a una “invasión” y, tras vencer el 5 de noviembre en las elecciones presidenciales a Kamala Harris, reiteró sus promesas de “deportaciones masivas” de migrantes irregulares.
El juez Campbell, nominado durante el primer mandato de Trump, ya había acogido el pedido de Paxton y suspendido temporalmente el programa en agosto. Una apelación lo reactivó pero el juez volvió a bloquearlo, hasta que este jueves dio su veredicto final. El gobierno de Biden puede apelar. El programa permite que inmigrantes sin estatus legal que estén casados con estadounidenses y que califican para una residencia permanente puedan iniciar sus trámites sin necesidad de dejar Estados Unidos.
Lea también: Cuba recupera servicio eléctrico tras paso del huracán Rafael
Las reglas se aplican a quienes estuvieron en el país durante al menos 10 años y se casaron con un ciudadano estadounidense antes del 17 de junio de 2024, y también se extienden a aproximadamente 50.000 hijastros de ciudadanos estadounidenses. Se les otorgaría una autorización para trabajar y el derecho a permanecer en el país por hasta tres años mientras solicitan una “green card”. Anteriormente, quienes deseaban realizar ese trámite debían hacer sus gestiones fuera del país, en un proceso que toma años y separa familias.
“Esta decisión es un revés profundamente decepcionante e injusto para las familias que viven todos los días bajo el peso de la incertidumbre”, dijo Harold A. Solís, representante de Make The Road New York, organización que trabaja con migrantes. “Debemos y seguiremos apoyando la unidad familiar a pesar de esta peligrosa decisión”, agregó.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Trump endurece su discurso anti-inmigración
Donald Trump redobló sus ataques ayer viernes contra los migrantes y acusó a su rival demócrata Kamala Harris de querer transformar Estados Unidos en un “campo de refugiados”, en una campaña cada vez más tensa hacia la Casa Blanca. “Los niños estadounidenses están a merced de criminales bárbaros”, lanzó el candidato republicano a la presidencia durante una conferencia de prensa desde su complejo de golf en los suburbios de Los Ángeles.
El expresidente, que multiplicó toda la semana las diatribas, en parte con mentiras, contra los migrantes, se refirió una vez más a la afirmación falaz y racista según la cual migrantes haitianos robarían perros y gatos para comerlos, en la ciudad de Springfield. “Vamos a organizar expulsiones masivas” en esa pequeña ciudad de Ohio, prometió el multimillonario republicano, que fingió desconocer que muchos de esos migrantes cuentan con un permiso de residencia. “Vamos a tener la deportación más grande en la historia de nuestro país”, insistió.
Lea más: Violencia en Sinaloa deja 15 muertos y 20 secuestrados
“Tercer mundo”
Durante su conferencia de prensa, Trump acusó sin pruebas a su rival demócrata en la elección de noviembre de hacer entrar ilegalmente por avión al país a “algunos de los peores asesinos y terroristas”. “Kamala va a convertir Estados Unidos en un campo de refugiados del Tercer Mundo. Ya lo es en cierta medida”, recalcó durante otro discurso muy desordenado.
El candidato republicano colocó a la inmigración, una de las principales preocupaciones de los votantes según las encuestas, en el centro de su nueva candidatura a la Casa Blanca. Lo mismo hizo en 2016, cuando su campaña giró alrededor de su propuesta de muro en la frontera con México. Si gana el 5 de noviembre, promete combatir la inmigración ilegal con deportaciones masivas.
El rosario de declaraciones de cada bando hizo incluso reaccionar al Papa. Al regreso de su gira por Asia, Francisco desestimó a ambos candidatos: sobre Trump criticó “que rechaza a los inmigrantes”, y sobre Harris que “mata a niños” al defender el derecho al aborto. “Ambos están contra la vida”, resumió. Trump se preparaba para participar en un mitin en el estado de Nevada, en el oeste de Estados Unidos, donde es probable que se vuelva a hablar largo y tendido del tema de la inmigración.
Lea también: Perú da el último adiós a Fujimori
Harris por su parte estuvo en quizás el estado bisagra más crucial de las elecciones presidenciales: Pensilvania, con sus 19 grandes electores. Allí dijo en una entrevista que ofrece “una nueva generación de liderazgo” y detalló sus políticas sobre recortes de impuestos y créditos para nuevos padres, propietarios de viviendas y empresas.
Harris también les habló a los dueños de armas reconociendo que ella misma es propietaria de una y que quiere preservar el derecho a portarlas mediante leyes que apelen al sentido común. La vicepresidenta, que hasta ahora había dado pocas entrevistas, también protagonizará un encuentro con Oprah Winfrey el 19 de septiembre.
Teoría de la conspiración
De momento, Harris no ha respondido a los comentarios de su rival. Cuando Trump planteó la teoría de la conspiración sobre las mascotas durante el debate televisado del martes, reaccionó moviendo la cabeza con vehemencia y con cara entre divertida y escandalizada. La hija de una madre india y un padre jamaiquino, primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos, nunca ha salido al cruce de los ataques a su identidad. Ha llevado la campaña de forma muy metódica y con una postura decididamente centrista.
Harris, que entró con fuerza en la carrera presidencial tras la retirada de Joe Biden hace menos de dos meses, había insistido el jueves que las elecciones serán “muy reñidas” y que ella “no es la favorita”. La candidata, que según la opinión general dominó a su oponente durante el debate del martes, no podrá contar con un nuevo enfrentamiento de este tipo para ganar impulso: Trump descartó un debate de revancha.
En un Estados Unidos que ahora parece irremediablemente dividido políticamente, los dos candidatos están codo con codo en las encuestas. Como en 2016 y 2020, es probable que todo se reduzca a unas pocas decenas de miles de votos indecisos en seis o siete estados estratégicos, independientemente del número total de votos en todo el país, ya que las elecciones se celebran según el principio del sufragio universal indirecto.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Preocupa a Chile posible nueva ola migratoria desde Venezuela
Chile anunció ayer jueves que reforzará su frontera norte y buscará coordinarse con otros países para hacer frente a una esperada nueva ola migratoria desde Venezuela tras la reelección del presidente Nicolás Maduro, que la oposición denuncia como un fraude. “Hay una preocupación de que esto se pudiera intensificar y para eso ciertamente tenemos que prepararnos”, declaró a periodistas la ministra del Interior, Carolina Tohá.
El nuevo flujo de migrantes “no es algo que va a pasar en las próximas horas, pero podría pasar en las próximas semanas y meses y para eso tenemos que prepararnos y no prepararnos solos, sino que coordinarnos con otros países”, agregó la ministra. Chile cuenta con una frontera de casi 1.000 km de extensión en el norte del país, donde limita con Perú y Bolivia. En febrero de 2023, el país desplegó militares en la zona en un intento por controlar el ingreso de migrantes por pasos no habilitados.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, arribó el jueves a la ciudad de Iquique, (1.800 km al norte de la capital Santiago), para visitar la localidad altiplánica de Colchane, un pequeño poblado andino en la frontera con Bolivia que es el punto más utilizado por los extranjeros para ingresar a Chile. Monsalve anunció un refuerzo de patrullajes en toda la franja fronteriza con un aumento del personal militar desplegado en la zona y de una segunda línea de control en las carreteras que conducen a las distintas ciudades chilenas.
Lea más: Maduro prepara dos cárceles de máxima seguridad para manifestantes
“Lo primero, es dotar de mayores medios a las fuerzas que están operando en la frontera”, afirmó. También, adelantó que se anticipará la compra de equipamiento y mejorará la capacidad de vigilancia aérea con drones y nuevas cámaras. Chile y otros gobiernos de la región temen una nueva llegada masiva de venezolanos tras la reelección del presidente Maduro, cuestionada por la oposición, luego de que 7,5 millones de personas dejaran este país caribeño durante la última década, según estimaciones de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Según las estimaciones de Naciones Unidas, rechazadas por el gobierno de Maduro, los cinco países de Latinoamérica con mayor número de migrantes de Venezuela son Colombia (2,8 millones), Perú (1,5 millones), Brasil (568.000), Chile (532.000) y Ecuador (444.000).
“Me voy”
“No se ve la luz al final del túnel. Me voy”, dice con decepción José Vásquez en Táchira, estado de Venezuela fronterizo con Colombia, tras la reelección del presidente Nicolás Maduro, que la oposición denuncia como un fraude. Gobiernos de la región temen que venezolanos como él puedan integrar una nueva oleada migratoria, luego de que 7,5 millones de personas dejaran este país caribeño durante la última década para huir de una voraz crisis, según estimaciones de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
“Estoy triste, cansado, aburrido. Fue un robo descarado”, lamenta Vásquez, de 31 años, quien estudió Educación, pero es vendedor de un local comercial en San Cristóbal, capital de Táchira, por los bajos salarios de los profesores, que, sostiene, “no sirven para nada”.
“Todo el mundo sabe lo que va a pasar: la gente de mi edad y la que es más jovencita se va a ir. Va a haber una fuga migratoria gigantesca. La diáspora va a ser mayor”, comenta sentado en la céntrica plaza Bolívar de esta ciudad, área de intensa actividad comercial que la mañana del lunes pasado, horas después de la votación, estaba prácticamente desierta por el temor a disturbios en una región en la que hubo violentas protestas en 2014, 2017 y 2019.
“Hay zozobra, incertidumbre”, expresa mientras apunta con la mano hacia las rejas bajadas de los locales aledaños. Vásquez piensa en irse a España, donde familiares directos viven desde hace diez años. “Yo tenía esperanzas en este proceso electoral (...), ahora hay que pensar alternativas”, indica.
Antes de los comicios, la encuestadora ORC Consultores proyectaba que 18% de los venezolanos estaría dispuesto a migrar en un plazo de seis meses si Maduro conservaba el poder. Sobre una población de unos 30 millones -el último censo fue en 2011-, serían 5,4 millones de personas.
Lea también: Machado convocó para el sábado a manifestaciones masivas en Venezuela
“El flujo va a aumentar”
A poco más de una hora por carretera de San Cristóbal está San Antonio, habitual punto de partida de los migrantes que salen a pie hacia Estados Unidos con la idea de cruzar la selva del Darién, peligroso corredor entre Colombia y Panamá. “Yo creo, ojalá me equivoque, que el flujo de venezolanos (por el Darién) va a aumentar por razones evidentes. Tenemos que adoptar las decisiones que correspondan también para salvaguardar su vida, su integridad y darle paso expedito”, dijo en rueda de prensa el presidente panameño, José Raúl Mulino.
Unos 200.000 migrantes han hecho esta travesía en 2024, según cifras oficiales. Cerca de dos tercios eran venezolanos. Es un tema central en la campaña presidencial de Estados Unidos, sobre todo para Donald Trump, que busca volver a la Casa Blanca con un discurso antiinmigrantes aún más fuerte que en su primer mandato (2017-2021).
Ya el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá anunció que las medidas de seguridad serán reforzadas en la zona. El independiente Observatorio de Investigaciones Sociales en la Frontera (ODISEF), en Táchira, advierte en un informe sobre la “vulnerabilidad” de los migrantes que cruzan a pie frente a redes de tráfico humano y organizaciones criminales.
“Tenemos que prepararnos”
Según las estimaciones de Naciones Unidas, que el gobierno de Maduro rechaza, los cinco países de Latinoamérica con mayor número de migrantes de Venezuela son Colombia (2,8 millones), Perú (1,5 millones), Brasil (568.000), Chile (532.000) y Ecuador (444.000).
“La ola migratoria no se ha detenido en ningún minuto”, pero “hay una preocupación de que esto se pudiera intensificar y para eso tenemos que prepararnos”, dijo a la prensa este miércoles la vicepresidenta de Chile y ministra de Interior, Carolina Tohá. Perú, en tanto, anunció que reforzó sus controles migratorios.
“No podemos acoger (a migrantes) en las magnitudes del anterior éxodo”, advirtió el canciller peruano, Javier González-Olaechea, en declaraciones a la radio RPP. Estados Unidos y varios países latinoamericanos han pedido a Venezuela divulgar las actas de votación para que puedan ser verificadas frente a las denuncias de fraude de la oposición.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
En la frontera con Colombia, venezolanos votan bajo el peso de la migración
Vanessa despidió a su hija. Brando ha visto a sus amigos partir. En la frontera de Venezuela con Colombia, la migración domina las conversaciones durante una elección que decide entre la continuidad del presidente Nicolás Maduro o un cambio con el opositor Edmundo González Urrutia.
La ONU estima que más de 7 millones de venezolanos han migrado durante el gobierno del izquierdista Maduro, quien este domingo busca un tercer mandato que lo proyectaría a 18 años en el poder. Su principal adversario es el diplomático Edmundo González Urrutia, postulado por la alianza opositora Plataforma Unitaria tras la inhabilitación de su candidata original, la liberal María Corina Machado.
“Es muy triste, demasiado triste. A todo el mundo le toca”, dice a la AFP Vanessa Tolosa, de 39 años, tras votar en San Cristóbal, en los Andes venezolanos, cerca de la frontera con Colombia. Su hija vive en Colombia junto a su padre, y es parte de un fenómeno migratorio que despierta preocupación en América Latina.
“Duele mucho, porque separarse de la familia es lo más difícil que puede haber”, cuenta Tolosa, quien trabaja en un supermercado en el que circulan habitualmente dólares y pesos colombianos en lugar del depreciado bolívar local. “¡No vale nada!”, lamenta. En el estado Táchira, como suele pasar en la provincia, en especial en zonas fronterizas, los apagones eléctricos son cotidianos y la falta de combustible obliga a hacer kilométricas filas en gasolineras.
“Vivimos peleando por la gasolina, haciendo cola, rogando a Dios que no se nos vaya la luz para poder trabajar o llegar a casa y tener tranquilidad”, relata Daisy Rangel, una bioanalista que votó con una pañoleta con los colores de la bandera venezolana.
Ha visto partir al extranjero a cuatro de sus seis hermanos. “Nunca me imaginé tener pasar por eso”, expresa. Los centros electorales amanecieron con extensas filas en San Cristóbal, pero la afluencia de votantes empezó a caer sobre el mediodía.
“Es la primera vez que voto”, dice Brando Garza, un panadero de 25 años. “Todos me decían: ‘vaya y vote’ (...). He pensado en irme. Si sigue igual, estoy pensando en irme (...). Es fuerte ver a los amigos irse. Se queda uno solo”.
Según un estudio de la encuestadora ORC Consultores, 18% de los venezolanos se iría en un plazo de seis meses si Maduro prosigue en el poder, y 17% en los siguientes 18 meses. El gobierno de Maduro desestima las cifras de migración y puso en marcha un plan para repatriar venezolanos llamado “Vuelta a la patria”.
Lea también: Venezuela: se constituyó el 95 % de las mesas para las elecciones
Escala hacia el Darién
A poco más de una hora de San Cristóbal por carretera queda San Antonio, donde está el puente Simón Bolívar, principal paso peatonal en la frontera venezolano-colombiana, atravesado a diario por miles de personas bajo la mirada de militares.
A la vez, San Antonio es escala común entre migrantes que cruzan a pie por pasos ilegales en vía a Estados Unidos, en una peligrosa ruta que atraviesa la selva del Darién, entre Colombia y Panamá. Más de medio millón de migrantes cruzaron esa jungla el año pasado, de los cuales aproximademente dos tercios eran venezolanos.
“Muchos se van con ilusión de hacer algo y se quedan en el camino. Muchos se mueren por ahí en el Darién”, dice Lucas Ruiz, un hombre de 70 años que sale de votar. Tres de sus cinco hijos decidieron irse de Venezuela y viven en Estados Unidos y Chile.
La líder opositora María Corina Machado, que ha prometido reunir nuevamente a las familias venezolanas, evocó este domingo a los venezolanos en el exterior. “Está claro que si Maduro se aferra al poder por la fuerza o con violencia, en un muy breve plazo veremos una oleada migratoria aún mayor”, dijo luego de votar en Caracas.
Pero “una transición pacífica a la democracia significará no solo que se detenga el éxodo, sino también que muchos regresarán”, aseguró la dirigente. Ruiz dice esperar que “gane quien gane las cosas se queden en paz (...), porque después los que llevamos el bulto somos la gente de a pie”.
Fuente: AFP.