Donald Trump intentó este jueves último aplacar la polémica nacida de una serie de entrevistas que concedió al periodista Bob Woodward, autor de un explosivo libro sobre el mandatario.

“¿Por qué mintió a los estadounidenses?”. La primera pregunta dirigida al presidente acerca de las razones por las cuales minimizó, según él mismo admitió, la amenaza de la pandemia de COVID-19 marcó el tono de la rueda de prensa celebrada este jueves pasado.

“¡No mentí! (...) La manera en que usted plantea esta pregunta es una vergüenza”, respondió el mandatario a menos de 60 días de las elecciones de noviembre en las que enfrentará al demócrata Joe Biden. “Estoy demostrando mi fuerza como dirigente”, agregó, muy irritado. “No hay mentiras (...) No voy a pasarme gritando: ‘¡un muerto! ¡Muertos’!”.

Lea más: La obesidad es el gran factor de riesgo para los jóvenes adultos con COVID-19

La epidemia de coronavirus causó hasta ahora más de 190.000 muertes en Estados Unidos. Tras la publicación de extractos de “Rage”, que saldrá a la venta el martes, el presidente estadounidense atacó a su autor, famoso por haber revelado junto a Carl Bernstein el escándalo de Watergate en la década de 1970.

“Bob Woodward tuvo mis declaraciones durante varios meses”, dijo en un tuit. “Si pensó que tan malas o peligrosas ¿por qué no lo denunció de inmediato en un esfuerzo por salvar vidas? ¿No tenía la obligación de hacerlo? NO, porque sabía que eran respuestas buenas y adecuadas”.

“Yo siempre quise minimizar (el peligro)”, declaró el presidente a Woodward el 19 de marzo. Sin embargo, varias semanas antes, el 7 de febrero, había dicho al mismo periodista que la COVID-19 era “una cosa mortal”. Trump concedió 18 entrevistas a Woodward entre diciembre de 2019 y julio de 2020, por teléfono o cara a cara.

Lea también: Cambio climático y enfermedades infecciosas son vistos como las mayores amenazas

El magnate republicano no podía esperar elogios del autor de “Miedo, Trump en la Casa Blanca”, un libro publicado hace dos años que retrata a un presidente sin educación, enojado y paranoico. “Desde el comienzo, Donald Trump es su propio director de comunicación”, resumió David Axelrod, que fue asesor de Barack Obama en las campañas de 2008 y 2012, ganadas por el demócrata.

“Su decisión de tratar de apaciguar a Bob Woodward a partir de 9 horas de intercambios repartidas en 18 entrevistas podría ser la más costosa políticamente de su presidencia”. Karl Rove, exestratega de campaña de George W. Bush, también formuló una observación que se asemeja a una advertencia: “Si el presidente no se concentra (...), el ocupante del Despacho Oval podría cambiar en poco tiempo”.

¿Pánico?

La gestión de la epidemia, que ha matado a más de 190.000 personas en Estado Unidos, le ha valido a Trump críticas fuertes, tanto desde sus oponentes como de científicos y hasta algunos funcionarios de su propio partido. Se le acusa de haber enviado señales contradictoras y confusas, pero también de haber fallado a la hora de compadecerse ante la devastación provocada por el COVID-19

Sondeo tras sondeo, una amplia mayoría de los estadounidenses juzga severamente su acción en la materia. “No quiero que la gente tenga miedo, no quiero crear pánico”, fue el argumento esgrimido el miércoles para explicar su reacción ante la emergencia, en contraposición con sus predicciones fatalistas sobre una posible “anarquía” si Joe Biden le gana.

Consultado el jueves por la mañana en Fox News, el mandatario impulsó aún más las predicciones del fin del mundo. “Puedo decirles una cosa con seguridad: si Biden gana estas elecciones, China eventualmente tomará el control de Estados Unidos”, soltó.

También pronosticó una “caída del mercado de valores como nunca antes”, vista, si su contrincante demócrata -primero en las encuestas- llega a la Casa Blanca. Con una campaña mucho más discreta que su contrincante, Bixden no tenía previsto ninguna reunión especial para este jueves, con excepción de una velada especial para recaudar fondos.

Trump, en cambio, tenía previsto un acto proselitista en Michigan. Según el último sondeo de CBS News, el magnate republicano está seis puntos por detrás de Biden (44% contra 50%) en este estado en el que en 2016 había derrotado por muy poca distancia a su rival demócrata de entonces Hillary Clinton.

Fuente: AFP.

Dejanos tu comentario