El gobierno británico revisó su consigna sobre el uso de mascarillas en las escuelas secundarias en Inglaterra, haciéndolo obligatorio en algunos casos tras haber asegurado que no eran necesarias, lo que suscitó nuevas críticas a su gestión de la pandemia de COVID-19.

El ministro de Educación, Gavin Williamson, había insistido recientemente en que no era necesario que los alumnos se cubrieran el rostro cuando volviesen a clase a partir de la próxima semana, tras casi seis meses alejados por el confinamiento y las vacaciones estivales.

Pero en una regulación publicada el martes por la noche, el ejecutivo estipuló que los estudiantes y el personal utilicen mascarillas en los pasillos y áreas comunes de las secundarias situadas en zonas donde se registre una alta transmisión del virus.

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Las mascarillas no serán sin embargo obligatorias dentro de las aulas, donde se considera que el riesgo de contagio es menor. Este cambio se basa en recomendaciones hechas por la OMS el viernes a favor del uso de mascarillas a partir de los 12 años y busca evitar un nuevo cierre de las escuelas si aumentan los contagios.

"El riegos para vosotros no viene de la COVID porque después de todo, estadísticamente, vuestras probabilidades de sufrir la enfermedad son muy, muy bajas", dijo el miércoles el primer ministro Boris Johnson a los alumnos durante la visita de una escuela en el centro de Inglaterra. "El mayor riesgo ahora es seguir fuera de la escuela", agregó.

Este nuevo giro de 180 grados en una gestión errática de la pandemia tiene lugar poco después de que el gobierno se vieran obligado a anular el uso de un algoritmo informático que otorgó notas excepcionalmente bajas en exámenes cruciales para el acceso a la universidad. El escándalo provocó la dimisión de una alta responsable y debilitó a Williamson.

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Los sindicatos de profesores piden que las escuelas inglesas sigan las mismas consignas que Escocia, con su propio sistema educativo, donde se exige que todos los alumnos se cubran la nariz y la boca en los espacios comunes. La nueva medida no satisfizo a la oposición laborista, que la considera insuficiente y confusa, ni a algunos diputados conservadores.

“Es imposible entender por qué no se hizo antes”, dijo un parlamentario conservador citado anónimamente por The Times. “Es un fiasco tras otro”, se lamentó. Sin embargo, otro diputado conservador, Marcus Fysh, dijo que el gobierno estaba “completamente equivocado”. “Las máscaras deberían estar prohibidas en las escuelas”, afirmó en Twitter.

Fuente: AFP.

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