Francia anunció este jueves el uso obligatorio de la mascarilla en todo París y Alemania y Corea del Sur, considerados modelo en el control de la pandemia, también aumentaron las restricciones ante un virus que sigue ganando terreno. Con el retorno de las vacaciones de verano, en Europa los rebrotes se están volviendo críticos: Como media, Alemania suma 1.500 nuevos casos diarios, Francia más de 3.000, mientras que en España, donde se registran los nuevos focos más graves, los nuevos contagios diarios han llegado a 8.000.

Ya obligatoria en ciudades como Marsella, Niza o Toulouse, la mascarilla pasará de serlo también en toda la capital francesa, donde ya debía usarse en sitios cerrados, transporte público y ciertas calles, anunció el primer ministro, Jean Castex. ”Nuestro objetivo es hacer todo lo posible para evitar un (nuevo) reconfinamiento generalizado”, dijo Castex.

Casi al mismo tiempo, las autoridades alemanas, donde las cifras de nuevos casos son las más altas desde finales de abril, anunciaron que impondrán multas a quienes no usen mascarillas y limitarán a 25 el número de personas que se pueden reunir.

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Además, Alemania, que ya prolongó hasta el 14 de setiembre sus restricciones a los viajes turísticos en países de fuera de la Unión Europea, extenderá hasta fin de año la prohibición de público en ferias, festivales y en los estadios, una ducha de agua fría para los clubes de fútbol que esperaban reencontrarse con sus seguidores con la nueva temporada a punto de comenzar.

Como lo fue Alemania en Europa, Corea del Sur fue considerado ejemplo en el manejo del coronavirus, pero ahora tiene récords de contagios diarios (441 en las últimas 24 horas) y, tras redoblar esta semana las medidas de restricción, este jueves debió cerrar las puertas de su parlamento, con un grupo de diputados en cuarentena, ante temores de propagación del virus.

“Nos están matando”

Desde que apareció en China en diciembre, el virus suma en el mundo más de 826.000 muertos y 24 millones de contagios, según un recuento de la AFP a partir de cifras oficiales. El virus no ha dado respiro a América Latina, con más de 266.000 fallecimientos y casi 7 millones de contagios, lo que la convierte en la región más castigada del planeta por esta pandemia.

Y no da muestras de ceder: Argentina registró el miércoles el récord de 10.550 contagios en 24 horas y totaliza 370.175 casos. Un total de 237 personas murieron en un día, lo cual supone un número total de decesos de 7.839.  Perú, por su parte, es el país más enlutado a nivel regional en relación a su población, con 843,5 muertes por cada millón de habitantes. Ya superó los 600.000 casos y hay casi 28.000 decesos.

Exponiendo las dificultades de muchos sectores por las restricciones para contener al virus, continúan mientras tanto las protestas para exigir una mayor apertura de la actividad económica o reclamar ayudas a los hospitales y a los más vulnerables, en países como Israel, Argentina, Perú o Panamá. 

“Nos está matando”, se leía en una pancarta en una protesta en un hospital de Lima, en alusión a los 146 médicos peruanos muertos por la pandemia. En medio de tanta calamidad, el huracán Laura, que ha dejado 25 muertos en su paso por el Caribe, alcanzó este jueves, con categoría 4, las costas de Luisiana, al sur de Estados Unidos, levantando temores en los refugios para los evacuados.

“Las personas que entran (a los centros de evacuados) se rocían las manos con desinfectante”, tienen “controles de temperatura” y mantienen una distancia física de dos metros, dijo Angela Jouett, que dirige las operación de evacuación en Lake Charles. Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia, con 5,8 millones de casos confirmados y casi 180.000 muertes.

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Aún así, sus autoridades sanitarias, que alentaban a las personas sin síntomas se hicieron la prueba si habían estado en contacto con alguien infectado, ahora consideran innecesario realizarla, sin dar mayor explicación.

Emergencia educativa

Las repercusiones de la pandemia siguen siendo impresionantes, no solo en el número de decesos o en la magnitud del desastre económico, sino también en el ámbito social. Muchos países han optado con reanudar las clases bajo estrictas medidas de seguridad, como Gran Bretaña o Francia, donde el uso de mascarillas en las escuelas y universidades será obligatorio, a partir de cierta edad, una vez que se reinicie el curso escolar la próxima semana, anunció este jueves el gobierno. 

La pandemia ha privado de enseñanza a 463 millones de niños que no han podido seguir clases a distancia durante el cierre de sus escuelas, según un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicado esta semana.

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“El gran número de niños cuya educación ha quedado completamente interrumpida durante meses es una emergencia educativa mundial”, alertó en un comunicado la directora de esa agencia de la ONU, Henrietta Fore. La ONU considera que casi 1.500 millones de niños se vieron afectados por el cierre de las escuelas y los confinamientos.

Solo en América Latina, la falta de internet, esencial en tiempos de pandemia, ha limitado el acceso al trabajo y la educación remota en 40 millones de hogares, según un informe de la Cepal, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Fuente: AFP

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